Concluye que "en el momento presente el proceso de creación de publicaciones puede llegar a convertise en un monstruo o en una especie de “gen egoísta” que no aspira más que a reproducirse a sí mismo, con el grave problema de que podría incluso llegar a deteriorar el proceso real de creación del conocimiento científico."
Resulta esta conclusión de analizar el "mercado" de la investigación con razonamientos basados en la oferta y la demanda (universidad capitalista al fin y al cabo), y en unas hipotéticas unidades cerradas en sí mismas que son las disciplinas o teorías - dos conceptos que no se distinguen suficientemente en el artículo. Claro que lo de teorías se toma en sentido amplio, los fundamentos básicos que dan su sustentación a una práctica disciplinaria dada, según la teoría de las revoluciones científicas.
Podría decirse que analizar la producción de conocimiento en esos términos ya es sin embargo dar una imagen "teórica" del mismo, según un método cuadriculado ideal con el que las disciplinas se conceptualizan a sí mismas. En mi opinión la paradoja no llega a ser tan grave, aunque siempre lo sea, ni llega la cuestión a un colapso matemático, aunque colapso haya siempre. Y "el proceso real de creación del conocimiento científico" siempre ha tenido lugar rodeado de mucho ruido ambiental.
No llega a ser tan grave el asunto, digo, porque las disciplinas en realidad no tienen esa estructura aquí expuesta (o quizá satirizada) ni funcionan como compartimentos estancos, y las revoluciones, aun habiéndolas totales, son más bien derrumbes progresivos y por partes. Las disciplinas, aun en las ciencias, y ya no te digo en las humanidades, son bastante más borrosas y fluidas, son colecciones nebulosas de prácticas, instituciones y personas. Y los criterios sobre lo que es aceptable o no disciplinariamente están constantemente siendo revisados, cambiando, ganando o perdiendo influencia en la génesis del conocimiento.
Y se da la otra paradoja de que muchas veces es lo periférico a la disciplina lo que le insufla energías nuevas para seguir avanzando y generando conocimiento - ligeramente distinto del anterior, pero conocimiento al fin y al cabo. Mientras que lo realmente CENTRAL a la disciplina, lo indiscutiblemente disciplinado, suele ser más bien ciencia normal cuando no estéril.
En fin, al menos eso me gusta pensar a mí, con mis tendencias poco disciplinadas últimamente, y mi exceso de producción... que ni se sabe siquiera hasta qué punto es académica, dado el cambio de reglas del juego, o nebulosidad adicional, que está introduciendo la publicación electrónica.
Dicho esto, a mí sí que me parece que hay paradojas en la publicación. Por ejemplo, la que se me da en la bibliografía, un recurso que cuanto más trabajo le dedico y (por lo tanto, supongo) más valioso se vuelve, sin embargo menos mérito me reporta en relación al tiempo invertido, según la fórmula de Bermejo (siendo la unidad de mérito el "paper"). Mejor hacer dos artículos que una bibliografía en cuarenta volúmenes—sobre todo si es gratuita y en red—en términos de rentabilidad profesional. Y los papers, cuanto más escondidos, mejor. Así sólo queda su valor oficial como mérito evaluado y contabilizado—el contenido es lo de menos, y he ahí otra paradoja.
PS: puestos a escribir sobre el tema, hoy me he reorganizado mi página de publicaciones.
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