Publicado en Cómo somos. com. José Ángel García Landa

Pues hoy sin muchas ganas de escribir. La muerte funde un tanto los plomos cuando da cerca con el rayo desintegrador. A cambio hablamos bastante con la familia, que se materializa súbitamente o telefonea como posesa. También son ocasiones para que uno oiga cosas que no creía oír—la realidad siempre desfamiliarizándose, como diría Shklovski. Pero hay que mantener el cráneo entrenado y acostumbrarse a ella continuamente: las cosas nunca son como pensábamos que iban a ser. Y eso que el abuelo tenía bien planificado su funeral.
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