Quema de brujas en Logroño
Publicado en Recuerdos. com. José Ángel García Landa
Son ciudades de larga memoria,
donde las familias se observan mutuamente entre visillos, y la
información va pasando de generación en generación. Hablábamos del gran
auto de fe de 1610 en el curso del cual se redactó un sumario de doce
mil folios y se interrogó a miles de personas. Algunas acabaron en la
hoguera.
"Yo sé dónde las quemaban. Es que tengo un recuerdo."
Recuerda cuando era pequeña, y que era el día de su primera
comunión, lo recuerda porque en los años sesenta se llevaba a las niñas
más que arregladas—le había puesto su madre una diadema con flores, y el
velo, y para que todo se tuviese bien, unas horquillas que apretaban lo
suyo, todo tenso—que le hacía tener la diadema bien clavada en la
cabeza bien presente, y buenas ganas de que acabase todo para quitársela
de una vez.
E iban en expedición familiar disgregada, a
Santa María de Palacio, la iglesia que está a la entrada de la ciudad,
al lado del puente viejo del Ebro. No sabe por qué se adelantó con la
novia de su tío, y ésta la llevó de propio por la calle Ruavieja un poco
más lejos de la iglesia, justo fuera de la ciudad, donde ahora empieza
el parque del Ebro y está el puente de hierro.
—Mira, ¿ves ahí abajo? Allí mismo quemaron a unos parientes nuestros.
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