Por la mañana había una charla con Paul Preston en la facultad (por la tarde ha dado una conferencia en el Paraninfo con todas las autoridades políticas y académicas y capitostes locales presentes). Nos ha hablado de sus inicios en la investigación histórica allá por los años sesenta, sus primeras impresiones de España por entonces, el ambiente de interés en Inglaterra por la guerra de España - "Para un estudiante de historia", dice, "era una cornucopia, había de todo: revolución, fascismo, comunismo, anarquía, estaba Hitler, Mussolini, Stalin, Churchill... era como la televisión por satélite". Ha caracterizado a Hugh Thomas como representante de una línea de historia conservadora que tendía a justificar la guerra civil, con los españoles como pueblo caótico y desordenado que necesitaba mano dura. Frente a eso, ha expresado su admiración por la transición, a pesar de los sacrificios de la justicia hechos por la paz, y también por el rey (el tema de su conferencia por la tarde. Preston ha escrito historias de la guerra civil y la transición, y biografías tanto de Franco como de Juan Carlos). Ha descartado algo que insinuaba un miembro del público, la rumoreada connivencia del Rey con los militares del 23-F, diciendo que de no ser por Tejero y Miláns, el "golpe suave" de Armada podría haberse hecho realidad, y que quizá hubiera sido aceptado incluso por los socialistas. (¿? Chocante esto. Será por "algunos"). Ha dejado clara su postura, también en el turno de preguntas, con respecto a la actual ola de historias de derechas sobre la guerra civil. Para él son ideológicamente paralelas al fenómeno Ricardo de la Cierva, que fue, ha dicho, "creado" deliberadamente por Fraga Iribarne para contrarrestar las publicaciones que en el extranjero se venían haciendo sobre la guerra civil española y que hallaban vías clandestinas para entrar en el país. A Pío Moa también lo han "creado", dice, y a César Vidal. Antes, ha dicho, Moa era un pistolero un terrorista que luchaba contra la democracia con la pistola, y sigue siendo un fascista sólo que ahora utiliza la pluma (Nota: Moa fue miembro del Grapo). Azuzado por la curiosidad, he ido a ver el currículum de César Vidal, impresionante capacidad de escribir docenas de libros y llevar programas de radio a la vez... debe ser que todo es tan falso como la universidad donde dice que enseña en Estados Unidos ("Logos College", una universidad creacionista de alguna secta religiosa, cuyos títulos no tienen efectos académicos sino únicamente "vocacional-religiosos"). Pero es un misterio que intriga, el de la autoría de los libros de César Vidal. Volviendo a Preston, ha dicho que es difícil para los historiadores debatir con Pío Moa, porque tendrían que renunciar al estilo mesurado y académico para entrar en una guerra de insultos y en un enfoque de la historia que es el equivalente de la telebasura. Él se ha negado siempre a debatir con Pío Moa aunque se lo han pedido varias veces. Lo triste, dice, es que Moa llena las estanterías más que Preston... y Gran Hermano más que los documentales, claro. Le han preguntado sobre el traslado de los papeles de Salamanca: ha dicho que es vergonzoso lo que han organizado las autoridades de Salamanca para oponerse a una devolución muy justificada: al margen de que no se pierde el acceso a los documentos, no puede aceptarse que un archivo constituido mediante el expolio y la violencia se considere como una colección legalmente constituida. Sobre la retirada de estatuas de Franco (pregunta de derechas, creo): Preston ha dicho que él no es partidario de retirar símbolos a menos que sean hirientes para la gente en el día a día; es partidario de explicarlos, poner un cartel diciendo quién era ese señor de verdad (ahora que si Franco no era hiriente en la academia quizá fuese hiriente la explicación de sus crímenes propuesta por Preston)... Y he abandonado la sala en medio de una respuesta de Preston a alguien que decía que José Antonio era una figura poco estudiada (que se lo digan a él que tiene una pared forrada de libros sobre el tema... no creo que le haga falta más). El Aula Magna de Filosofía tiene la desventaja de que si abandonas la conferencia antes de hora tienes que pasar al lado del conferenciante, al estar la puerta al frente y no al fondo, pequeño fallo. Por lo menos he salido de modo rápido y eficaz, sin que Preston (creo) me lanzase los comentarios irónicos con que ha despedido a otros que se iban al alargarse la sesión... "El último que se quede tiene premio... una lavadora o una semana en Siberia conmigo". Pero yo ya no puedo optar.
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