Ayer envié al Rincón de Opinión de la Universidad de Zaragoza aquel artículo de "La Universidad Digital Reloaded"— una crítica a las propuestas borreguizantes e involutivas del Consejo de Coordinación Universitaria (a través de su Comisión Económica), que proponen entre otras cosas que se quite poder de elección al profesorado, que los cargos se nombren a dedo desde arriba, etc. etc. A la ministra "psocialista" le parecieron cojonudas las propuestas de la comisión, según recogía la prensa. En la Universidad nos lo habían publicado en primera plana y (alarmado al no oír comentarios al respecto) he enviado yo mi propio toque a somatén. Es un decir, por supuestísimo—menudo ambiente de somatén hay en la universidad, siempre pidiendo una rueda de molino más gorda, por favor, que esta parece que ya me pasa.
Bueno, pues por lo menos no me lo han censurado nuestros prudentes censores del Rincón de Opinión, que con frecuencia han mandado a sus mazmorras digitales las opiniones que les he pasado. Podrían estarme agradecidos, pues yo solo hago más uso de esta patética institución, el Rincón de Opinión, que todo el resto de la universidad junta. Lo de opinar en público no se lleva, no: en todo caso en petí comité. Podría uno pensar que es que a la gente le da vergüenza ajena que su universidad instaure (reservado para su comunidad) un foro de opinión con censura previa, y que lo estén boicoteando. Pero qué va, no parece extrañar en absoluto que se nos considere dignos de censura previa antes de dirigirnos a nuestra comunidad. Y no teórica, no; los censores no se han cortado de censurar mis opiniones sobre el Rincón de Opinión y sobre el apoyo de la Universidad a la base de la OTAN. No es una censura teórica, o censura para evitar falsedades, o de prevención contra terroristas, no, qué va: es censura pura y dura—no estoy de acuerdo con lo que dices, pues te lo censuro, que para eso me han puesto aquí, para censurar. Extraña concepción de la libertad de pensamiento y de expresión que consagra nuestra Constitución, y del estímulo del sentido crítico que proclaman ahora mismo nuestras leyes específicamente universitarias.
El Rincón de Opinión, por cierto, sigue contraviniendo la propia reglamentación (ya restrictiva) de la Universidad, al ser visible únicamente por la intranet universitaria, y no por Internet, como se reglamentó en Consejo de Gobierno. ¿Pero por qué he de ser yo el más activo opinador de ese rincón? ¿Será un ejercicio de vanidad más? Si no tengo ni cargo, ni estoy metido en ningún grupo político, ni partido, ni tengo información especialemente sabrosa ni opiniones especialmente informadas. ¿Dónde están las opiniones públicas de todo el mundo para la comunidad universitaria? Al parecer, no las hay, o van de boca de druida a oído de druida, o al menos no emplean el foro más obvio para expresarse.
Claro que la mayoría somos analfabetos digitales, y quizá nos da igual todo esto. Al menos la universidad ha promovido un programa de cursos para iniciarse en las nuevas tecnologías: yo me he apuntado a uno de blogs, otro de Moodle y otro de PowerPoint, a ver qué me toca. Ya sé que puede sonar algo elemental, pero bueno, aunque me diesen uno de Word, que llevo utilizándolo veinte años, creo que aprendería cosas. Y además igual no me dan plaza en ninguno. Pues eso, que ya podemos aprender medios digitales. Y también su recto uso, que si no me parece que los van a utilizar para enchufarnos a la Matrix del gran hermano, como no tengamos más entusiasmo crítico.
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