Sólo queda una semana de clase, snif. Vamos a conmemorar el fin de curso poniendo un vídeo que no había visto (en la pantalla, digo) desde hace veinticinco años. Es de The Wall, la película del álbum de Pink Floyd. Siempre fueron artistas integrando los sonidos de fondo en la música; pero en este álbum el arte estaba en volver a convertir los ruidos musicales en las imágenes de la película. Y ese inquietante teléfono al final... Ideal para un final abierto, un teléfono sonando que nadie descuelga.
Supongo que ahora estoy más cerca del profe que de los alumnos—je. Bueno, en realidad la cosa no es tan terrible. Desde mi punto de vista. Pero cierto es que cada maestrillo tiene su librillo, y que un cierto elemento mecánico hay en la maquinaria educativa—es un buen vídeo para acompañarlo con las reflexiones de Foucault o de Bourdieu.
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