He estado en una charla de introducción al OpenCourseWare, que está en una fase inicial en España. Y eso que ya hay cosas que me interesan, sin ir más lejos: Shakespeare, el cine y los medios de comunicación (de Peter S. Donaldson) - éste es de los traducidos del inglés. De los originales, aquí está Shakespeare, de Diana Henderson et al.
Se trata básicamente de poner materiales para asignaturas universitarias, de libre acceso (no como en el Anillo Digital Docente y otros sistemas de enseñanza a distancia) en Internet, bajo una licencia Creative Commons y en un sitio web centralizado (aquí en España a través de Universia).
Pueden leerse las laudatios en el propio sitio web de Universia. En cuanto a mí, no las tengo todavía conmigo con el Creative Commons. A falta de aclararme las ideas, pongo mis materiales sin ninguna licencia ni copyright—más generoso aún, dirán algunos (y otros que a dónde voy). El caso es que aparte del Creative Commons, aquí le cedes derechos de uso (indefinidos) a la Universidad en cuestión. Y ese regalo no lo hago yo de momento, tampoco.
Aparte de la generosidad etc., esto también sirve para que Rectores y administradores se pongan medallas y presenten proyectos realizados (y escaparate en red, con imagen de modernidad, etc.). Lamento no haberme podido quedar hasta el final, porque lo que no me ha quedado claro es qué gana el profesor con esto, aparte de hacer su buena acción del día. El sistema requiere manejar un programa más –c( )mmons–, readaptar tus contenidos a él, etc.: o sea, muuuuchas tardes dedicadas a mover el ratón, muchas horas de horas extra. Y, ¿te pagan? No padre. Esto es desinteresado. Bueno, supongo que lo podrás alegar como mérito, quizá como publicación docente... para llenar una línea del currículum a la hora de pedir un quinquenio de docencia. Sugiero que les deslocalicen la adaptación de materiales a una empresa de tecnología (con asesores, etc.) y esperen a ver qué factura les pasa.
Pues eso, para almas generosas y un poco pardillas. Yo soy las dos cosas, pero menos: de momento ya me pueden esperar sentados.
Y no se ha hablado nada en la charla (estando yo) de las implicaciones a largo plazo de todo esto. Una vez los profesores han colocado su curso en red, y cedido sus derechos a Creative Commons, son ya prescindibles a muchos efectos. Con un administrador de sistema, la docencia está organizada; una universidad puede improvisar rápidamente cursos de quita y pon, o profesores de quita y pon. Los primeros aún podrán decir que son pioneros (valor añadido); la masa de formateadores, ni eso.
¿Que trabajamos gratis? Pues nos baja el caché, es inevitable. Hoy decían que este año sube menos el IPC: sube la verdura, por supuesto, pero baja de precio la cultura. Y el entretenimiento. OpenCourseWare está entre la interfaz de una y otro, y ayuda a bajar los precios.
Todo sigue una lógica... globalizadora, me temo. Para bien y para mal.
Se trata básicamente de poner materiales para asignaturas universitarias, de libre acceso (no como en el Anillo Digital Docente y otros sistemas de enseñanza a distancia) en Internet, bajo una licencia Creative Commons y en un sitio web centralizado (aquí en España a través de Universia).
Pueden leerse las laudatios en el propio sitio web de Universia. En cuanto a mí, no las tengo todavía conmigo con el Creative Commons. A falta de aclararme las ideas, pongo mis materiales sin ninguna licencia ni copyright—más generoso aún, dirán algunos (y otros que a dónde voy). El caso es que aparte del Creative Commons, aquí le cedes derechos de uso (indefinidos) a la Universidad en cuestión. Y ese regalo no lo hago yo de momento, tampoco.
Aparte de la generosidad etc., esto también sirve para que Rectores y administradores se pongan medallas y presenten proyectos realizados (y escaparate en red, con imagen de modernidad, etc.). Lamento no haberme podido quedar hasta el final, porque lo que no me ha quedado claro es qué gana el profesor con esto, aparte de hacer su buena acción del día. El sistema requiere manejar un programa más –c( )mmons–, readaptar tus contenidos a él, etc.: o sea, muuuuchas tardes dedicadas a mover el ratón, muchas horas de horas extra. Y, ¿te pagan? No padre. Esto es desinteresado. Bueno, supongo que lo podrás alegar como mérito, quizá como publicación docente... para llenar una línea del currículum a la hora de pedir un quinquenio de docencia. Sugiero que les deslocalicen la adaptación de materiales a una empresa de tecnología (con asesores, etc.) y esperen a ver qué factura les pasa.
Pues eso, para almas generosas y un poco pardillas. Yo soy las dos cosas, pero menos: de momento ya me pueden esperar sentados.
Y no se ha hablado nada en la charla (estando yo) de las implicaciones a largo plazo de todo esto. Una vez los profesores han colocado su curso en red, y cedido sus derechos a Creative Commons, son ya prescindibles a muchos efectos. Con un administrador de sistema, la docencia está organizada; una universidad puede improvisar rápidamente cursos de quita y pon, o profesores de quita y pon. Los primeros aún podrán decir que son pioneros (valor añadido); la masa de formateadores, ni eso.
¿Que trabajamos gratis? Pues nos baja el caché, es inevitable. Hoy decían que este año sube menos el IPC: sube la verdura, por supuesto, pero baja de precio la cultura. Y el entretenimiento. OpenCourseWare está entre la interfaz de una y otro, y ayuda a bajar los precios.
Todo sigue una lógica... globalizadora, me temo. Para bien y para mal.
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