Se me acaba de partir debajo la silla (nueva) por exceso de uso. Se me acaba de partir otra vez, vamos. Ivo ayer también estaba concentrado en plena lectura de su libro de Geronimo Stilton, cuando de repente rodó por el suelo entre los pedazos descuajeringados de la mesa donde se apoyaba. Bueno, yo es que peso cien kilos, pero casi creo que en los dos casos ha sido más bien el exceso de concentración. Espero que el teclado aguante.
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