Estoy leyéndome El Evangelio de Judas (National Geographic / RBA, 2006), y los comentarios de sus editores situándolo en el contexto de las religiones gnósticas de principios de la era cristiana. El Platonismo y Neoplatonismo también son ingredientes que fueron a la olla del gnosticismo, claro. Bien, pues queda casi validada la especulación de Borges (basada supongo en Ireneo) sobre la figura de Judas, en "Tres versiones de Judas". Judas es, si no el auténtico Cristo, sí un discípulo superior a los demás, y que al traicionar a Jesús ayuda a cumplir el plan de la Salvación. Cito del ensayo de Bart D. Ehrmann:
El
cristianismo tradicional enseña, por supuesto, que nuestro mundo es la
maravillosa creación del único dios verdadero. Pero no era eso lo que
pensaban los gnósticos. Según un amplio abanico de grupos gnósticos, el
dios que creó este mundo no es el único, y de hecho ni siquiera es el
más poderoso ni es omnisciente. Es una deidad baja, inferior, y a menudo
ignorante. ¿Cómo puede alguien mirar este mundo y decir que es
maravilloso? Los gnósticos veían los desastres que los rodeaban
—terremotos, tempestades, riadas, hambrunas, sequías, epidemias,
miseria, sufrimiento— y declararon que el mundo no es bueno. Pero,
dijeron, ¡no puedes culpar de este mundo a Dios! No; este mundo es un
desastre cósmico, y sólo habrá salvación para aquellos que aprendan cómo
escapar de este mundo y de sus trampas materiales. (82)
De ahí la religión del conocimiento secreto, de la elevación a un nivel espiritual superior, para conocer la auténtica verdad y su origen, las formas espirituales de las cuales sólo conocemos copias degradadas (los eones, parientes cercanos de las Ideas platónicas—recuérdese el famoso mito de la caverna). La hipótesis de un mundo creado por un dios menor aparece en diversas teologías. Podemos relacionar con ella la hipótesis cartesiana del genio maligno– no la descartes. Especula con la idea de una creación inferior Hume, y es una de las fases por las que pasa la realidad en la epopeya cósmica global narrada en el libro de Olaf Stapledon Star Maker. Según los gnósticos, a nuestro mundo imperfecto, obra de dioses menores e incompetentes, sólo llegan ecos y chispas de la realidad espiritual superior que es el auténtico núcleo del ser:
Esas
divinidades menores crearon nuestro mundo material, hicieron el mundo
como lugar donde retener las chispas de divinidad que habían capturado, a
las que colocaron en cuerpos humanos. Algunos humanos, en otras
palabras, tienen un elemento de la divinidad en su interior, en su
núcleo esencial. Esas personas no tienen almas mortales, sino
inmortales, encerradas temporalmente en este miserable y caprichoso
reino material. Y esas almas necesitan escapar, volver al reino divino
de donde vinieron. (82-83).
Bien, pues haciendo una búsqueda de Google inglesa (Matrix Gnosticism) se pueden encontrar diversos ensayos que relacionan la película con los temas principales del gnosticismo: Matrix es una parábola gnóstica que utiliza la metáfora de la robotización del mundo, de la virtualización postmoderna de la realidad, y de la inmersión en la interfaz digital, para transmitir actitudes e ideas que tienen muchos puntos de contacto con el gnosticismo. Yo diría que, más allá de los paralelismos más obvios, no se pueden superponer dos contextos culturales tan distintos a no ser por un punto de contacto que bien puede ser el nexo de unión más fuerte: el espíritu de secta. Una estructura de pensamiento sectario (y gnóstico en este sentido) se puede desarrollar en múltiples circunstancias históricas, pero parece invitar a eso el choque de culturas, la superposición caótica de ideologías (caótica en el sentido de que crea un caos en muchas mentes), la crisis de las certidumbres tradicionales, que lleva a la búsqueda de nuevas certidumbres, el amparo de pequeñas sectas de autoayuda o protección mutua, el sentido contracultural de oposición a una cultura dominante (el Imperio, la Iglesia, el Sistema). Son religiones para grupitos de iluminados, custodios de una Verdad minoritaria y que rechaza la evidencia pública, sectas que tienen una relación sociopática hacia la estructura social e ideológica oficial. Es un poco lo que podíamos llamar pensamiento terrorista/iluminado (Neo y sus amigos son evidentemente terroristas desde el punto de vista de las máquinas; para nosotros, que compartimos su punto de vista, son los buenos).
Por supuesto, aunque existe un interesante punto de contacto entre iluminación sectaria y terrorismo, no todos los iluminados son terroristas, ni vice versa. Como ejemplo de un iluminado cristiano sectario (pero no terrorista) que desarrolla espontáneamente varios elementos en común con el gnosticismo y con Matrix, en un tercer momento histórico que nada tiene que ver con uno ni con otro, me llama la atención Jones Very, el poeta transcendentalista norteamericano. Very constituyó en última instancia una secta de un solo hombre, al creerse la reencarnación del Mesías. Aquí está su poema The Prison. Nos remite, quizá deliberadamente, a la Caverna platónica; sin saberlo, también señala a la pesadilla claustrofóbica de Matrix, donde todos viven alegremente una vida real que es sólo una pantalla engañosa, una ilusión proyectada a su cerebro. La verdad de los demás es un engaño colectivo. Very y The Matrix le hablan directamente al gnóstico iluminado o al terrorista intelectual que en mayor o menor medida todos llevamos dentro:
The Prison
The prison-house is full; there is no cell
But hath its prisoner laden with his chains;
And yet they live as though their life was well,
Nor of its burdening sin the soul complains;
Thou dost not see where thou hast lived so long,—
The place is called the skull where thou dost tread.
Why laught’st thou, then, why sing the sportive song,
As if thou livest, and know’st not thou art dead.
Yes, thou art dead, the morn breaks o’er thee now,—
Where is thy Father, He who gave thee birth?
Thou are a severed limb, a barren bough,
Thou sleepest in deep caverns in the earth.
Awake! Thou hast a glorious race to run;
Put on thy strength, thou hast not yet begun.
La prisión
La cárcel está llena: ni una sola celda
Sin su preso cargado de cadenas;
Pero viven como si su vida fuese buena,
Y no lamenta el alma su carga de pecado.
No ves dónde has habitado tanto tiempo:
Se llama cráneo el suelo donde pisas.
Por qué te ríes, pues, por qué cantar alegre,
Como si vivieras, y no sabes que estás muerto.
Si, estás muerto, para tí rompe ahora la mañana,
¿Dónde está tu Padre, que te dió la vida?
Un miembro cortado eres, una rama seca;
Duermes en cavernas profundas de la tierra.
¡Despierta! Has de correr una gran carrera:
Ten listas tus fuerzas, pues pronto comienzas.
—oOo—
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