Publicado en Personales. com. José Ángel García Landa
s ms k mnds = no t llga d vlta. Lo mlo d tner 1 móvl ncndid s q sbs tdol rto si t llamn o no.
No hay incertidumbre. O la incertidumbre se desplaza más allá, mucho más allá. El teléfono callado parpadea. Lo miras y en efecto está vacío. El teléfono siempre presente y palpitando es la prueba de que nadie está llamando. Ah, bueno, igual llaman al fijo. Pero las sesiones de estar pendiente del teléfono ahora son ambulantes. Siempre es una liberación. La cuerda que nos ata al deseo de ser llamados es ahora infinitamente extensible. Sólo estamos atados a nosotros mismos.
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