Ya hace tiempo, varios meses, que he entrado en una curiosa dinámica.
Me gusta llevar una lista de las cosas mías que aparecen por la
Internet, for the record, pero
se está volviendo difícil. La lista ya ocupa más de 500 folios. Desde
hace tiempo, cada día entro en la red a ver qué cosas mías han
aparecido por allí que no tenga yo controladas y listadas y recordadas.
Lo llamo meter la mano al barril y sacar un pescado. Anguila, langosta,
lamprea, o lo que haya. Y todos los días saco algo del fondo del barril, es sorprendente.
Claro, dirán, si sale, es que lo has metido antes. En cierto modo es
así. Salen montones de registros bibliográficos: mi bibliografía
tiene más de 5.000 archivos de texto, y a algunos sitios web les da por
localizarlos, y convertirlos a PDF o HTML, y colgarlos en sus
propios almacenes. Sitios de estos (rusos, creo) llamados predoc, convdoc, o esdoc. Con
lo cual me pregunto si dejan de ser autopublicaciones y pasan a ser
meras publicaciones en sentido estricto, puesto que esos sitios están
fuera de mi control. Por si acaso, paso a incluir esas "publicaciones"
como bibliografías con entidad propia... en mi bibliografía, claro, que
así pasa a incluirse a sí misma y a engordar en círculo
dialéctico-vicioso. Lo que está claro es que la diferencia entre una
publicación y una no-publicación se está difuminando un tanto.
Hoy que he tenido un rato he localizado varios de esos listados bibliográficos: por ejemplo este sobre Philip Larkin, este sobre Christopher Marlowe o este sobre Conan Doyle.
(Por cierto que Martina la polaca tocaba ayer una canción de Moriarty).
No son completas, claro, sino lo que buenamente he reunido. También he
encontrado otras que no menciono—y otras que sí. Esta de George Orwell, esta de Platón, esta sobre Stevenson, esta sobre James Thomson (el primero de los dos Thomsones), esta de Joseph Conrad, y esta de Samuel Richarson. También
este listado sobre Robert Herrick, esta colección de referencias sobre El realismo en la ficción narrativa, o esta lista con algunas críticos feminist@s anglosajonas. Hale, otro día rascamos más, a ver qué sale.
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PS: Diez años más tarde, han desaparecido la gran mayoría de esta morralla. Unos pocos años más y desaparecerán también los originales, y luego el autor.
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