Entre los expedientes de
depuración al magisterio del franquismo se
encuentra el de mi abuelo
Angel García Benedito (Benedicto lo llaman otros)— aunque lo de la
depuración era un trámite, pues ya lo habían asesinado los falangistas.
Víctor Juan recogió estos datos para una tesis sobre los maestros de
aquellos años:
El caso de Ángel García Benedicto, con 20 años de servicio y maestro de Escuer (partido de Jaca) desde 1918, es uno de los mas sorprendentes de cuantos hemos tenido oportunidad de recoger. Este maestro consiguió aumentar la matrícula de la escuela, enfrentándose muchas veces con los padres que preferían antes servirse de sus hijos en las labores del campo que enviarlos a la escuela. El trabajo realizado por Angel García en las clases de adultos también era digno de destacarse. La labor social desarrollada por Angel García en favor de la comunidad fue especialmente meritoria durante una epidemia de fiebres tíficas en el pueblo, cuando ante la falta de asistencia especializada, el maestro asumió este papel visitando, curando y atendiendo a los enfermos. También fundó un economato y un sindicato agrícola (cooperativa para semillas, abono e instrumentos de cultivo). En el pueblo se produjo un corrimiento de tierras y el maestro y el párroco acordaron trasladar el pueblo a otro sitio más propicio, en la carretera de Panticosa, debido al peligro que representaba su emplazamiento. El editorialista de El Magisterio de Aragón manifestaba que Ángel García Benedicto:
El caso de Ángel García Benedicto, con 20 años de servicio y maestro de Escuer (partido de Jaca) desde 1918, es uno de los mas sorprendentes de cuantos hemos tenido oportunidad de recoger. Este maestro consiguió aumentar la matrícula de la escuela, enfrentándose muchas veces con los padres que preferían antes servirse de sus hijos en las labores del campo que enviarlos a la escuela. El trabajo realizado por Angel García en las clases de adultos también era digno de destacarse. La labor social desarrollada por Angel García en favor de la comunidad fue especialmente meritoria durante una epidemia de fiebres tíficas en el pueblo, cuando ante la falta de asistencia especializada, el maestro asumió este papel visitando, curando y atendiendo a los enfermos. También fundó un economato y un sindicato agrícola (cooperativa para semillas, abono e instrumentos de cultivo). En el pueblo se produjo un corrimiento de tierras y el maestro y el párroco acordaron trasladar el pueblo a otro sitio más propicio, en la carretera de Panticosa, debido al peligro que representaba su emplazamiento. El editorialista de El Magisterio de Aragón manifestaba que Ángel García Benedicto:
"Encarga material de construcción y lo distribuye, solicita muestras y
recibe género que va suministrando según las necesidades de cada uno, y
con su actividad, competencia y celo va realizando la maravilla de
fundar un pueblo nuevo a seis kilómetros de donde el antiguo estaba
emplazado"[1].
[1] "La redención de un pueblo por el esfuerzo de un maestro nacional", M.A., 27 de noviembre de 1924, Nº 98.
[1] "La redención de un pueblo por el esfuerzo de un maestro nacional", M.A., 27 de noviembre de 1924, Nº 98.
Se publicó un resumen de la tesis en la Institución Fernando El Católico, en 1996.
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