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domingo, 13 de mayo de 2012
Cuando ya estamos de aniversarios
Ayer vi una gran manifestación que luego me enteré que era la de conmemoración del 15-M, y simultánea en muchas ciudades españolas. Me sorprendió la cantidad de gente, aunque en realidad no es sorprendente que haya protestas contra políticos y banqueros, todo lo contrario. Pero un movimiento que por definición es anarquista, anti-representantes, que no da lugar a ningún partido, se acaba en sí mismo, agitando las manitas en la plaza, en un bautismo de masas para quien necesita esas cosas, y luego a casa y a correr. Máxime cuando ya se dedica a homenajearse a sí mismo y a recordar los buenos tiempos de la espontaneidad. Escuchando a los indignados, parece como si el dinero para los servicios sociales que demandan hubiese de generarse espontáneamente, o llover del cielo. No sé, igual con el tiempo sale algún partido identificable con la estética o discurso del 15-M; el PSOE e IU parece que se lo querían apropiar, pero con éxito limitado por lo que veo. En todo caso será un partido marginal, como IU, o como (esperemos) se vuelva el PSOE. La solución de la economía y de la crisis española no va a venir por allí, con sólo soñar vacas gordas y culpar a unos malvados que hacen recortes supongo que por su pura maldad. Mucho me temo que seguiremos los pasos de Grecia, con la continua irresponsabilidad de los políticos, una economía insostenible basada en el farniente y la esperanza de subvención, y que siga decayendo el asunto hasta que haya que ponerse las pilas de verdad, y aparezcan políticos que presenten alternativas viables al panorama de hoy—o sea, que aprovechen estas energías para desmantelar el sistema organizado por los partidos y los contactos entre élites para su propio beneficio y colocaciones de los allegados. De momento, poca señal hay de eso—nos queda aún un recorrido de caída libre, hasta alcanzar a Grecia... que sigue cayendo todavía. Y el fondo nos va a gustar aún menos, por mucho que suponga la desaparición de cosas que hoy no nos gustan. Será el país más pobre, precario, e inestable, más mexicano. ¿Y corrupción y latrocinio entre los dirigentes, y élites succionando la sustancia pública? Eso nunca desaparecerá, pondría la mano en el fuego.
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