martes, 31 de octubre de 2017

Retropost #1841 (31 de octubre de 2007): El triunfo de la verdad... oficial

El triunfo de la verdad... oficial

Publicado en Terrorismo. com. José Ángel García Landa

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Tras una serie de retrasos y torpezas iniciales (comenzamos con "Buon Giorno" y un pique del traductor de italiano), pasa el juez Gómez Bermúdez a la lectura de un resumen de la sentencia sobre la matanza del 11-M. En resumen:

Comienza diciendo que se limitará la sentencia a considerar la culpabilidad o no de los encausados, pues otras consideraciones no son relevantes. (Es decir, no se investigan los últimos porqués).

No existe indefensión para los arrestados en prisión preventiva, pues se conocían elementos del proceso desde hace años.

Se rechaza la nulidad por la falta de autopsias de Leganés– de "los suicidas de Leganés"—pues hay informes médico-forenses. Oficialmente válidos.

La Kangoo: el tribunal no asume la tesis de que en la kangoo y el Skoda se monten todas las explosiones, pero esto no afecta al fondo. La actuación policial sobre la furgoneta fue "escrupulosa", y la cadena de custodia está plenamente acreditada. El juez considera suficiente la afirmación de que no se perdieron de vista la furgoneta o los efectos en ningún momento, y de que la cadena de custodia es válida a efectos oficiales.

En Leganés y Chinchón, por tanto: identidad de los detonadores, y de los participantes. Los demás objetos hallados en la furgoneta son corrientes y de uso común, reconocidos por el propietario de la furgoneta, Garzón Gómez. ¿Que los policías no los vieron ni los hicieron constar en sus declaraciones? No tiene base alguna esta afirmación, dice el juez. Las partes mezclan en "totum revolutum", dice, la cadena de custodia con la afirmación de que la bolsa no estaba entre los objetos custodiados.

Si la mochila fuese falsa, argumenta el juez, no hay cadena de custodia que valga, sería irrelevante el fallo en la custodia, dice (¡¡os-trás!!). Sería otro delito, que no tiene que ver con la cadena de custodia; los partidarios de esta teoría se limitan a insinuar que pudo ser puesta allí. El tribunal no encuentra indicio alguno sobre el particular. No es aceptable la nulidad de la mochila por prueba falsa. (Una falacia de razonamiento introducida por el presidente del tribunal... escandalosa. Escandalazo, que diría la vicepresidenta).

"La prueba es auténtica", pues: —la bolsa del parque Azorín procede de la Estación del Pozo, el tribunal no tiene dudas al respecto. Nunca se ha roto la cadena de custodia (cuando vuelven los policías a ver los efectos, dice, seguían allí las pruebas).... Reconoce el juez "el extravagante periplo de los efectos", pero dice que carece de efectos judiciales, ni es para él indicio de nada. (O sea, que a la vez una actuación irreprochable, y una cosa extravagante que no se debe repetir –e indicio de nada).

Los detonadores, temporizadores, etc., son los mismos en todos los casos (El Pozo, Atocha, Azorín, Leganés)... Todos los detonadores proceden de Mina Conchita. Las tarjetas telefónicas son todas de la misma partida vendida a Yagual Mundo Telecom. La tarjeta encontrada en Chinchón es una de esos 30. La bolsa de basura también es igual. Hay conexiones suficientes, a juicio de la sala, entre todos los indicios de los artefactos explosivos.

Contra otras causas de nulidad aducidas por la defensa: El jefe de seguridad de Amena no vulneró ninguna norma al facilitar a la policía el punto de venta de las tarjetas; los datos mismos se facilitan sólo con orden judicial.

Toda la dinamita procedía de Mina Conchita. (¿?—Si no se podía determinar cuál era, dice el propio juez!!) El explosivo: Goma-2 Eco. En los trenes no se sabe con certeza (no ze sabe con azoluta certeza", dice literalmente) cuál era el explosivo, aunque sí se sabe que era dinamita de Mina Conchita; pero en la vía del Ave y Leganés era Goma-2 Eco de Mina Conchita. Es suficientemente probatorio. (Para el tribunal... para el tribunal.).

¿Documentación de ETA en los escombros de Leganés, según adujeron las defensas? OK: un policía vecino había estado destinado a seguimientos, y reconoció los documentos como suyos, se le devolvieron. La documentación no era de interés para la investigación, y nadie pidió que ese policía testimoniase. (Ni el juez. Cosa ciertamente pasmosa).

Identificación por huellas dactilares, genéticas, de los de Leganés... suficientes para el procedimiento. (No se aprecia nada atípico en los indicios que rodean estas muertes).

La falta de control en la mina, y la connivencia de los encausados, fue la causa de que se pudiese sustraer el explosivo. Está probado que en 2004 seguía circulando la Goma-2 EC aunque ya no se fabricaba. Que seguía en buen estado, y podría haber servido para el atentado.

El tribunal da por buenas las declaraciones relativas a los explosivos de Montoya Vidal y los demás encausados (menos en sus aspectos autoexculpatorios). El Chino y otros recogieron los explosivos en Avilés, según han declarado también otros testigos incidentales.

Las relaciones con ETA alegadas por las defensas (relaciones entre presos, cursillos de etarras en países árabes, etc.)—no son probatorias: por ejemplo, la ertzaintza extiende un certificado donde declara que no le consta que ETA use Goma-2. Entre informes de directores de prisiones y policiales, nada avala la tesis de la defensa.

(Inciso meditativo con la definición de terrorismo para el juez: la víctima es un mero instrumento, y se ataca la raíz del Estado, el delito tiene pues "un plus estigmatizante para la víctima").

Se establecen indemnizaciones: de 30.000 a 1.500.000 euros (máximo para 7 personas más un caso especial por el estado vegetativo de Laura Vega). Se dividen los niveles de indemnizaciones en varios grupos según los daños recibidos.

El juez, pues, avala todos los datos de la versión oficial, relajándola un tanto en lo referente a cuestiones insuficientemente probadas (así, absuelve a El Egipcio por falta de pruebas).

Y como otros jueces una vez han decidido dictar sentencia, pierde la voluntad de sopesar, en el éxtasis de la resolución, y se pasa a defender la propia versión como si el juez fuese parte interesada, y todo estuviese súbitamente claro en blanco y negro.

Así establece lo que en la SER llaman la "verdad judicial" del asunto—a no confundir con la verdad, claro. La verdad judicial, si bien es verdad (más para unos que para otros) no es, contrariamente a lo que uno podría creer por los ecos de la frase, toda la verdad—a veces ni siquiera es nada más que la verdad.

Al trullo van (o más bien en el trullo siguen) cuatro chorizos que ya tienen (bueno, ni cuatro...): culpables sin duda, pero también chivos expiatorios. Cerebro, no hay, o no se le espera. O explotó en Leganés... Los "autores intelectuales" propuestos por la fiscalía, con el Egipcio a la cabeza, son absueltos, con lo cual la conexión con la guerra de Irak resulta indemostrada. Pero quién diseñó u ordenó el atentado, misterio misterioso—no parece que sea cosa que intrigue al tribunal.

No se abren acciones contra los policías que ocultaron pruebas, ni interesan las pruebas falsas encontradas, y en general hay ceguera selectiva de cara a las conexiones policiales de todo el asunto. No echa en falta el tribunal ninguna necesidad de investigar más quién movió hilos para montar este atentado, o quién impidió que se impidiese. No hay ningún interés por las presiones y manipulaciones policiales, o las sorprendentes y continuados controles a que se venía sometiendo a la banda. Lo que sí hay es la posibilidad de sentar una verdad oficial, y esa será la verdad—a efectos oficiales.

Qué bien, desmontadas las teorías de la conspiración. Resulta que no había conspiración, sólo una conspiracioncilla de chorizos y confidentes policiales. Menos mal, que si llega a haber conspiración... cae el reino.

Pero lo importante: si nadie recurre, se recibirán las indemnizaciones, que es lo que cuenta a estas alturas para los directamente perjudicados.

Para Zapatero, que sale volao a hacer declaraciones— modélico: esto ha sido modélico, la "averiguación imparcial de la verdad y la protección de los derechos de las víztimas con todas las garantías que el estado de derecho asegura", asegura. Y finito.


Oh but you who philosophize disgrace
And criticize all fears,
Bury the rag deep in your face:
Now it's the time for your tears.



PS: También ha habido muchas absoluciones, más de las esperadas (sobre todo sorpresiva la de los Toro), y sólo calderilla de condenas para algunos muy responsables... Todo lo no suficientemente probado a gusto del juez, un gusto que naturalmente debe ir con póliza certificada—o es un gusto especializado.

A mí lo que más me ha gustado así como gusto especializado ha sido la conclusión de la cadena SER: radiante, exultante, dándose puñetazos en el pecho y gritos de Tarzán. Algo debe ir mal, por tanto... Como muestra un botón, sacan a hacer declaraciones a una víctima como portavoz de la autenticidad, un "chaval", que nos regala esta perla de doublethink, para ir abriendo boca:

"Sólo pido que no se haga un uso partidista de la sentencia, ni se utilice para la confrontación política. Y, una cosa más: también pido que dimita toda la cúpula del Partido Popular y se retiren de la vida política, pues han quedado totalmente desacreditados".

—hermoso, verlo tan en estado puro, ¿no?




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