O, ¿qué tal llevas ese quiste enorme en el cuello, que cada día le veo peor color? Total... una preguntita inocente.... He leído en Profgrrrrl (vía jill/txt) un artículo bastante hilarante sobre este tipo de preguntitas, qué tal llevas el trabajo atrasado, y cómo responderlas. Lo mejor, con contraataque, o tomando la pregunta como si fuese una oferta (moderada) de ayuda. Lo peor, lo que se hace siempre: dedicarse a decir que no le ves salida, o que trabajas demasiado, o que no haces nada... Todo lo que digas en un departamento puede ser usado contra tí, no hay small talk lo suficientemente pequeño. O, si tienes suerte, igual es usado en tu favor. En todo caso, no es la academia un lugar donde existan las preguntas ni los comentarios inocentes. "El lenguaje es un arma cargada", dicen por ahí; bueno, pues si el ambiente ya está cargado, más; y todavía más si la preguntita inocente se refiere a la tesis, una rito iniciático en el cual la gente suele por sistema atascarse y perderse en un laberinto de posibilidades. Algunos encuentran la salida, otros no.
(PS: Mi comentario a profgrrrl:)
Language is a loaded weapon, isn’t it? And even more so in loaded contexts. The more innocent the question, the more weighty its ratio of disproportioned implications. Give me Mercutio any day, "Give me a case to put my visage in. A visor for a visor" (i.e. use a mask instead of a face, and then put a mask on it).
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