Me estoy oyendo el disco de Céline Dion que me autorregalé como si fuera una madre recién parida, ese de las fotos pastelosillas de Anne Geddes. Bueno, pues igual que las fotos son la perfección de su género, aunque el género sea criticable, lo mismo Céline Dion, con el agravante de que tengo una debilidad por Céline Dion y en especial cuando canta en francés o mezclando francés e inglés como aquí (el título está en franglais). Si tenéis una amiga premamá o recien mamá, pues no dejéis de regalarle este disco. Y para otros casos, tampoco hay fallo posible con cualquier otro de Céline Dion: D’eux, Dion chante Plamondon (Des mots qui sonnent), Falling into You, The Color of My Love, These Are Special Times, S’il suffisait d’aimer... a cuál más im-presionante. O la reciente recopilación en francés: On ne change pas. Bueno, a veces parece que cambia para mejor, y que hasta en eso de superarse es excelente, pero realmente no es posible mejorar lo que siempre ha sido la perfección. Hombre, supongo que AC/DC deben ser la perfección del rock duro, pero qué queréis que os diga, hay perfecciones y perfecciones.
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