Cuando decimos o hacemos algo, las palabras y las acciones tienen varios niveles de significado. Uno es el significado "de diccionario" – descontextualizado. Varios niveles de significado se pueden distinguir a varios niveles de descontextualización. Pero el análisis realmente interesante del significado es el del significado plenamente contextualizado.
Así pues hay también muchos tipos de pragmática: pragmáticas que trabajan con modelos de acción o de lenguaje más o menos abstractos, y más o menos contextualizados. No es una cuestión de todo o nada, porque pueden incluirse en el análisis dimensiones contextualizadoras no plenamente concretizadas: así los tipos de actos de habla que analiza Austin en su libro sobre Cómo hacer cosas con palabras.
Una teoría pragmática más contextualizada es la que propone Jenny Thomas en su libro Meaning in Interaction. Traduzco:
En
este libro desarrollaré una definición de la pragmática como
significado en interacción. Según esta noción, el significado no es
algo inherente a las palabras sólo, ni es producido sólo por el
hablante, ni sólo por el oyente. La construcción del significado es un
proceso dinámico, que incluye la negociación del significado entre
hablante y oyente, el contexto de enunciación, (físico, social y
lingüístico) y el potencial de significado de una enunciación. (1995:
22)
Es éste un punto de vista que recuerda mucho al planteamiento básico de algunas versiones de "Reader-Response Criticism" (por ejemplo en Stanley Fish), y, yendo más atrás, al interaccionismo simbólico de G. H. Mead y Herbert Blumer. Según el interaccionismo simbólico, el significado (de hechos, cosas, acciones, palabras – es una teoría más general–) surge en el proceso de la interacción social con otros sujetos, y no es fijo, sino que se ve constantemente modificado en un proceso continuo de reinterpretación. Blumer expone que hay tres tipos de teoría del significado:
1) Que el significado es intrínseco al objeto. (En el caso de un texto, intrínseco a las palabras sería. En esta ficción se basan muchos protocolos de interpretación legal, y muchas semánticas que no pasan del diccionario).
2) Que el significado es subjetivo, y que es creado por el intérprete del mismo. Serían teorías psicológicas, subjetivistas como algunas teorías de la recepción, también. "Cada libro significa una cosa distinta para cada lector", etc.
3) La tercera es la tesis sostenida por Blumer, y a la que según digo recuerda la definición arriba citada de Thomas. Según ella, el significado no es inherente a la cosa ni subjetivo, sino que se construye mediante un proceso interactivo. Traduzco a Blumer:
El
interaccionismo simbólico considera que el significado tiene un origen
distinto de los que sostienen las dos perspectivas dominantes que
acabamos de examinar. No contempla al significado como algo que surja
de la constitución intrínseca de la cosa que significa, ni ve al
significado surgir de una conjunción de elementos psicológicos de la
persona. Antes bien, considera que el significado surge en el proceso
de interacción entre personas. El significado de una cosa para una
persona surge de las maneras en que otras personas actúan con esta
persona en relación a la cosa significante. Sus acciones operan de modo
tal que definen la cosa para la persona. Así, el interaccionismo
simbólico ve los significados como productos sociales, como creaciones
que se forman en y a través de las actividades definitorias de la
interacción entre personas. (Symbolic Interactionism, 1986:
4-5)
Un problema parece plantearse: al analizar el significado de un acontecimiento, unas palabras, o un texto, el analista muchas veces se encuentra en una situación que no es la original: a veces analizamos o interpretamos algo mientras ocurre o mientras se dice: otras veces interpretamos en un contexto más o menos distante. Hay que tener en cuenta la distorsión que introduce el contexto analítico, que es un contexto interactivo propio, y puede modificar el sentido de maneras a veces sutiles e invisibles para quien esté poco atento a esta dimensión del metadiscurso.
Quizá, pues, desde el punto de vista del interaccionismo simbólico, podríamos modificar ligeramente la noción de análisis pragmático contextualizado e interactivo que proponía Jenny Thomas. Llegaríamos así a una noción de análisis reflexivo del discurso como significado en interacción, o una pragmática crítica plenamente contextualizada. Adaptando la definición de Thomas, tendríamos que
el significado no es algo inherente a las palabras sólo, ni es producido sólo por el hablante, ni sólo por el oyente, ni sólo por los analistas del discurso. La construcción del significado es un proceso dinámico, que incluye la negociación del significado entre hablante y oyente, el contexto de enunciación, (físico, social y lingüístico), el potencial de significado de una enunciación, y el contexto crítico/analítico en el que se estudia esa enunciación, que conlleva su propia interacción entre el analista y otros sujetos.
La misma definición podríamos extender a la crítica y pragmática de las acciones, pues las palabras son acciones, y decir es una de las maneras de actuar.
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