¿Por qué no firmar por una causa perdida? Aquí hay una petición por una nueva ley de partidos políticos, para obligarlos a una organización interna democrática (como exige la constitución). Causa perdida, porque aquí todo dios despotrica contra los políticos, pero esta petición se atasca con unos pocos miles de firmantes. Así nos va—la culpa de todo la tiene el ignorante pueblo español, con menos sesos y menos memoria que un mosquito.
En la línea crítica, o semicrítica, me compro hoy el libro de Muñoz Molina Todo lo que era sólido.
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