Colegio en el que viví más de una noche de verano—aunque sobre todo de otoño, invierno y primavera, a lo largo de cinco años.
De la representación, bueno, sólo decir, por abreviar, que les queda mucho trabajo que hacer a los actores aficionados, empezando por cuestiones muy básicas de declamación, de gestualidad, de movimiento en escena y coreografía... Necesitan, está claro, un director-tirano inspirado que los organice y los exprima para sacarles algo más. Me ha gustado, eso sí, dentro de su parquedad, la escenografía de columnas atenienses y árboles. Pero con Shakespeare hay mucho por hacer aquí aún.
Así que ánimo y adelante, que es una iniciativa buenísima la de que vuelva a haber grupos de teatro en nuestra universidad y en nuestra facultad, tan pobrecica ella.
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