Voy a una conferencia de la Dra. Marina Díaz-Michelena. Científica del Instituto Nacional Técnico Aeroespacial, en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, "Los misterios de Marte":
Hace tan sólo unos días la NASA ha enviado el rover Curiosity a Marte, en el que se ha contado con la participación de científicos españoles. Entre los objetivos de esta misión del Curiosity está, entre otras cuestiones, saber si ha habido alguna vez vida en Marte. Pero ¿Qué otros misterios oculta el planeta rojo? ¿Cuáles van a ser las próximas misiones a Marte? ¿Qué quieren descubrir? ¿Cuál es la participación española en esta aventura de exploración planetaria? Para responder a estas preguntas se contará con la presencia de Marina Díaz Michelena, científica del Instituto de Técnica Aeroespacial y responsable del magnetómetro MOURA que volará en la futura misión METNET (coparticipada por Rusia, Finlandia y España) destinada a estudiar en detalle la atmósfera marciana.
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Las perspectivas de un vuelo tripulado a Marte siguen pareciendo remotas. No diré "cada vez más remotas", pero casi. La mitad de las misiones han fallado, y de los datos obtenidos persisten interrogantes sobre la geología pasada de Marte (la presente es deprimente), sobre los ambiguos indicios de vida mínima en un pasado, muy debatidos. Y se van instalando poco a poco instrumentos, obteniendo datos... pero le pregunto a la conferenciante sobre las inversiones actuales en exploración espacial, y las europeas se van reduciendo; las españolas vienen sufriendo recortes del 6% desde hace años. Se va a colaborar con rusos y chinos (los chinos siguen invirtiendo cada vez más en cambio). Pero no esperen astronautas ni terraformaciones ni nada espectacular en el futuro previsible. De momento, la agencia española está enviando un magnetómetro y otro instrumento de medición meteorológica, llamado Meiga, en una misión rusa y finlandesa. También van a colaborar, presumiblemente, con los chinos en un futuro.
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Ahora que me quedo con las ganas de preguntar uno de los misterios de Marte. Ni los canales del siglo XIX ni las caras del siglo XX—nos pasan por cierto un NO-DO de 1956 donde se daba por hecha la presencia de vegetación en Marte, poco antes de las fotos del Mariner II que mostraron la desolada geografía del planeta, en los 60. Aún me acuerdo yo de las naves Viking que aterrizaron allí, cuando yo era chaval, y las esperanzas que luego se fueron desvaneciendo de encontrar algo, siquiera microorganismos. Estamos más solos de lo que parecía, somos, quizá, más excepcionales.
El misterio que decía yo no está sólo en Marte, sino también en la Tierra—en 1726, y en las páginas de Los viajes de Gulliver. Jonathan Swift predijo, en una de sus sátiras, que se descubrirían dos lunas en Marte, e incluso indicó la proporción entre sus tamaños y su distancia al satélite.
Lo que dice Swift en el "Viaje a Laputa" sobre los astrónomos de esa isla voladora:
"They have likewise discovered two lesser Stars, or Satellites, which revolve about Mars;
whereof the innermost is distant from the Center of the primary Planet
exactly three of his Diameters, and the outermost five; the former
revolves in the Space of ten Hours, and the latter in Twenty-one and an
Half; so that the Squares of their periodical Times, are very near in
the same Proportion with the Cubes of their Distance from the Center of
Mars, which evidently shows them to be governed by the same Law of Gravitation, that influences the other heavenly Bodies."
Lo que dice la Wikipedia al respecto:
"Perhaps inspired by Kepler (and quoting Kepler's third law),
Jonathan Swift's satire Gulliver's Travels (1726) refers to two moons
in Part 3, Chapter 3 (the "Voyage to Laputa"), in which the astronomers
of Laputa are described as having discovered two satellites of Mars
orbiting at distances of 3 and 5 Martian diameters, and periods of 10
and 21.5 hours, respectively. The actual orbital distances and periods
of Phobos and Deimos of 1.4 and 3.5 Martian diameters, and 7.6 and 30.3
hours, respectively.[1] The orbital periods are roughly similar to
those guessed by Swift, but the radii were too big by about a factor of
two."
Las cifras no son exactas, claro, aunque la combinación de las proporciones relativas de los datos es llamativa. Claro que ya señaló Marjorie Hope Nicolson, en Science and Imagination, que Swift pudo conocer las fórmulas de Kepler al respecto, y que basó los datos de su sátira en la revista científica más avanzada de la época, las Transactions of the Royal Society. Pero sigue siendo una llamativa anticipación al descubrimiento efectivo de estas lunas un siglo y medio más tarde.
Resuelto a medias este relativo misterio, y entretanto enviamos a los primeros astronautas, que quizá sea nunca...
podéis explorar Martedesde el sillón.
Creo que los Rusos han acusado a los americanos de neutralizar con un aparato electromagnético una misión espacial de un cohete llamado Fobos, que se dirigía a la luna de Marte de ese miusmo nombre, era una misión chino-Rusa y no están nada contentos.
ResponderEliminarPues vamos bien si ya empieza la Guerra de las Galaxias entre unos y otros. Bueno, los americanos ya le tiraron un misil a un cometa desde la Deep Impact, pero ahí no había rusos.
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