Los sistemas de organización de la información se van desarrollando en la primera era de la imprenta, en el Renacimiento, en las obras de consulta impresas, y en los métodos de catalogación bibliotecaria, con ciertos paralelos a la manera en que luego lo hicieron en un nuevo entorno de tratamiento de textos—en la informática y en la textualidad electrónica de finales del siglo XX.
Reseño aquí el capítulo "Pierre de la Primaudaye's French
Academy: Growing Encyclopaedic", de Anne Lake Prescott, publicado en el
libro de estudios mediáticos retrofuturistas The
Renaissance Computer: Knowledge Technology in the First Age of Print
(ed. Neil Rhodes y Jonathan Sawday, 2000). Según su propio
resumen,
La Primaudaye, caballero hugonote al servicio de Henri III y Henri IV, pretendía escribir una enciclopedia de la vida moral. La Suite de l'Académie Française se publicó en 1580, y la traducción inglesa de Bowes en 1594. El libro III en 1590, traducido por Dolman en 1601.
Prescott comienza con una analogía entre enciclopedias y ordenadores como organizadores de información, y examina la ideología de la ordenación de la información en La Primaudaye—por ejemplo su énfasis en relacionar siempre las partes a un todo, en la teoría del microcosmos y el macrocosmos, unido a la vez a un uso acumulativo de la información. Los temas frecuentes de la unión de lo diverso por medio de estructuras de contención tienen una dimensión política, en una época de guerras de religión—además de una clara dimensión reflexiva sobre la organización de la propia obra.
Al contrario que la Anatomía de la Melancolía de Burton, La Primaudaye expandía sucesivamente la obra pero con vistas a una estructura ordenada, modelada según el orden de la Creación, hasta que completó su última revisión.
Todo presentado en (y mal contenido por) el marco una estructura convencional ampliamente desbordada, el diálogo renacentista. A pesar del uso de un orden supuestamente lógico, de índices preliminares, notas marginales, resúmenes, y citas de autoridades, se echa de ver que los lectores echaban en falta más aparato informativo y más organización, tal como índices de contenidos, o anotaciones personales, añadidas a veces al margen.
Estos métodos de
organización de la información se van desarrollando entre las ediciones
primeras y las más tardías y traducciones. Diversos instrumentos y
estrategias de "information retrieval" las llama Prescott, y fueron
desarrollándose en las obras de consulta impresas, y en los métodos de
catalogación bibliotecaria, como luego lo hicieron en informática y en la textualidad electrónica de finales del siglo XX—y han seguido haciéndolo en los nuevos avatares de la textualidad en la red global en las tres últimas décadas.
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