Decía Philip Roth en El País que las pantallas han matado a la lectura. Matizamos en Mi Literaturas, donde la opinión general (lógico, en un espacio web sobre literatura) es que los textos y las pantallas se complementan. Comento:
E incluso podemos hablar de "complementación" entre las pantallas y los libros impresos... lo cual es un matiz distinto. Es gracias a los ordenadores que se ha dado el boom de edición de nuevos títulos (ahora todos publicamos), y gracias a los ordenadores puede encontrar un libro minoritario su público, y venderse. Y vamos a más texto, no a menos, tanto impreso como electrónico. Pero una proporción cada vez mayor de ese texto estará almacenado en ordenadores. Como es lógico. Si puedo llevar una biblioteca entera en el bolsillo, ¿para qué voy a llevar un solo libro?
En cualquier cacharrillo mp4 te caben más libros de los que vas a leer el resto de tu vida... Será que además de leer algunos, tendremos que manejar muchos más. A eso también ayudan los textos electrónicos y las búsquedas.
Me replica pAbLo:
Como de matizar se trata te diré que para mí el formato del libro me brinda una lectura más placentera que cualquier soporte digital, por quince bibliotecas nacionales que tenga en su interior. Llámame antiguo (a pesar de mi edad) o fetichista, que probablemente lo sea ;)
Y yo:
Ah, amigo. Te llamaré más bien hedonista. Pero el placer no es la única consideración.
pAbLo:
Jejeje,
hay muchas otras como la capacidad de almacenamiento, de organización,
de selección etc. En todas ellas los soportes digitales vencen a los
libros impresos, pero vaya por delante el encanto de lo clásico y de
tener un libro en las manos, aunque solo sea por no fastidiar los ojos
con la radiación de las pantallas y por saborear (en plan hedonista y
sensorial) el efecto de la tinta sobre el folio.
Un saludo!
—oOo—
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