jueves, 7 de julio de 2016
Evolución y Cultura Juan Luis Arsuaga
Minuto 38: Ya lo dijo Hobbes: el hombre es un león para el hombre. La especie humana como especie autocompetitiva, o autodepredadora, una peculiar especialización biológica. Darwin decía que de la lucha por la vida y la selección natural salen todas las cosas bellas de este mundo (edificadas sobre una montaña de muerte selectiva). Esto es un aspecto más de lo mismo, acentuado e intensificado en el caso de los humanos. Una fea realidad que nos ha hecho lo que somos; de la lucha dentro del grupo, y del grupo con otros grupos, salen todas las bellezas morales de la historia. La cooperación dentro del grupo, e incluso entre grupos, es parte importante de la historia, pero tiene lugar en el marco de una competición generalizada de un grupo humano contra otro.
Quizá queda algo confuso en la exposición de Arsuaga cuando dice que los rasgos humanos, inteligencia, consciencia, etc. no se han desarrollado por razones ecológicas, en relación al medio. Hay que decir que sí se han desarrollado en relación al medio humano: el entorno humano es parte del medio natural, y por tanto la selección cultural sigue siendo selección natural, aunque sea una modalidad específica de ella.
Afinando la tesis hobbesiana: los grupos humanos son manadas de leones contra otros grupos humanos. Por eso hace falta un orden mundial, aunque ese orden quizá sea el fin de la historia humana y el principio de una historia posthumana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se aceptan opiniones alternativas, e incluso coincidentes: