COMUNICADO DEL FORO DE ERMUA: “RENDICIÓN, EN MI NOMBRE NO”
12 de Julio de 2006. La fecha de hoy debe servir para hacer valer más que nunca la cultura de la rebelión cívica de Ermua. Lo que fue realmente revolucionario, y lo sigue siendo hoy, no es la infamia de las fotos de Patxi López con Otegui, ni las de Gemma Zabaleta con Jone Goiricelaia, sino las fotos de miembros del PP y el PSOE unidos en aquellos días de julio de 1997 que hoy recordamos. Ésa es la cultura de Ermua: la cultura de los demócratas unidos contra ETA y el nacionalismo totalitario.
Estamos aquí para que ETA no amortice, y el Gobierno no llene de sentido, los cuarenta años de terrorismo. Estamos aquí para hacer valer el sacrificio por nuestra democracia de las víctimas, el de Miguel Ángel Blanco y el de todas las demás. Estamos aquí para subrayar la importancia de aquellos días de Ermua y su vigencia actual. A eso le tenemos que dar sentido. Rendirse supone hacer inútil el sacrificio de Miguel Blanco y de todos los demás asesinados, mutilados, extorsionados o desterrados.
Hay que decirlo bien claro y alto: en Euskadi no estamos mejor con el llamado “alto el fuego”. No estamos mejor siendo mirados con odio. No estamos mejor con miedo a hablar en cualquier parte por las posibles represalias laborales, sociales, etc. No estamos mejor viendo al mundo nacionalista crecido, viendo pletórico a Otegui y legitimada su ideología criminal. No estamos mejor porque se nos perdone la vida durante un breve espacio de tiempo, que nos da el verdugo para que “recapacitemos sobre lo beneficioso que sería ceder” al chantaje. No estamos mejor con este tiempo que se ha abierto que es el de la paz del amenazado, buscando reunir la cantidad para pagar al chantajista. Se ha abierto el tiempo de “la paz tutelada por ETA”.
No estamos mejor en Euskadi porque antes quien nos miraba con odio y nos desafiaba sabía que actuaba mal o que tenía a una sociedad en contra. Ahora esa línea moral se ha borrado. Ahora el Gobierno, con los partidos y medios que le apoyan, le están diciendo al energúmeno que tiene razón, que la víctima y el no nacionalista es el malo, el que pone palos a las ruedas de la paz, el inmovilista, el reaccionario, el alarmista, el facha. Estaremos bien cuando ETA y su ideología y sus valores totalitarios sean derrotados. Estaremos bien cuando el PSOE y el PP, los demócratas, sean capaces de unirse por lo menos como hicieron en Ermua hace nueve años.
El Foro Ermua en este noveno aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, desde diversas ciudades españolas, denuncia el proceso de claudicación y cesión ante la banda terrorista ETA anunciada el pasado viernes 30 de junio por el Presidente del Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero y que supone el inicio de un “largo, duro y difícil” camino hacia la ruptura de España como nación. Ceder ante las pretensiones de ETA-Batasuna, como proclama el Gobierno del Sr. Rodriguez Zapatero, implica legitimar los asesinatos y la extorsión de los asesinos y la negación de las víctimas, que han sido precisamente quienes lo han dado todo en defensa de nuestra democracia y libertades públicas.
“Rendición, en mi nombre NO”, expresa rotundamente nuestra oposición a la pretensión “de alcanzar la paz” a costa de la libertad y de la justicia. El supuesto proceso de paz emprendido por el Gobierno es un proceso de cesión ante ETA, de traición a las víctimas y al conjunto de la democracia por lo que implica de indignidad, inmoralidad y de debilitamiento de nuestro Estado de derecho ante los totalitarios que desean acabar con nuestra democracia.
He ido a la manifestación de Zaragoza, donde había entre 2000-4000 personas a ojímetro. "Esos son los convencidos" me dicen. "Luego están los semi." Hay mucha gente que no va a las manifestaciones aunque simpatice con los motivos de los convocantes, pero claro, eso no se puede medir más que comparativamente. Y comparativamente, podemos decir que en Zaragoza van a una manifestación contra el trasvase entre 150.000 y 300.000 personas. Contra la negociación con la Eta, al parecer muchos menos están lo suficientemente convencidos.
La próxima vez, que lleven mejor megafonía, porque la que había era muy insuficiente. Que vale cuatro duros alquilarla, si no conocen a nadie que tenga un amplificador.
Al manifiesto de arriba, que lo pego porque en general estoy muy de acuerdo con lo que dice, le haré un par de matizaciones lingüístico-ideológicas.
- Sobre que "ceder ante las pretensiones de ETA-Batasuna, como proclama el Gobierno del Sr. Rodriguez Zapatero, implica legitimar los asesinatos..." - bueno, Zapatero lo hace, más que proclamarlo, y de la manera más disimulada que puede (poco es). Y quiero pensar que no lo hace por legitimar asesinatos, sino como (1) un mal menor que (2) encima puede rentarle políticamente... en todo lo cual o se equivoca (1), o espero que se equivoque (2), de medio a medio.
- Sobre "el sacrificio de Miguel Blanco y de todos los demás asesinados, mutilados, extorsionados o desterrados". Muchas personas que se han convertido en víctimas de Eta, como Miguel Ángel Blanco, corren un riesgo consciente antes de que eso suceda. En ese sentido limitado sí que hay "sacrificio", pero no de sus vidas y haciendas, porque la gente normalmente asume un riesgo que considera limitado y razonable, no estamos hablando del sacrificio de kamikazes. Los muertos muchas veces no han podido "elegir" su sacrificio (y de poder seguro que casi ninguno lo haría). Si "sacrificio" hay, y es que no me gusta el palabro, en el caso de Miguel Ángel Blanco casi se puede decir que fue el Estado el que prefirió sacrificarlo antes que dar a los terroristas las delirantes señales que esperaban, o decían que esperaban. Pero es un caso un tanto especial. Normalmente la Eta actúa por sorpresa, y "sacrifica" a sus víctimas sin que ellas elijan sacrificarse en absoluto. Sí compromete su seguridad quien decide no pagar la extorsión, o manifestarse públicamente en el País Vasco contra la Eta, y sí sacrifica su comodidad (en aras de su libertad y su seguridad) quien se exilia por no vivir acogotado. Pero mejor abandonemos el lenguaje sacrificial, donde es mejor hablar de qué medidas policiales y qué normas políticas serían las adecuadas para controlar el problema de orden público en el País Vasco: el problema de la violencia pistolera y callejera, de la coacción colectiva, de la abducción ideológica inducida por las autoridades, de la ambigüedad y chanchulleo a costa de los pistoleros, del fervor ultrarreligioso nacionalista, y de la indiferencia moral ante la bajeza.
En general, los portavoces del Foro de Ermua entienden y expresan estas cosas con una claridad intelectual, ética y lingüística excelente.
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