Álvaro ha desarrollado este verano un miedo más que prudente a las avispas, que lo hostigan en su imaginación, y lo persiguen por caminos, montes, playas, y hasta se meten dentro del coche con él. Y ahora hasta en sueños:
- ¿Sabes qué he soñado? Pues que veía unos nativos que hacían un ritual pagano, así con muchas pociones, y dioses falsos, era todo para acabar con las avispas, y echaban en unaltar mejunjes que sacaban humos de colores, y decían, "Y ahooora, lo que va a acabaaar de una vez por toodas con eeellas...", y echaban en el fuego un bote de insecticida.
Esta otra iconografía parece que viene más del Capitán Trueno. Aparte, hoy estamos de cumpleaños, hasta me parece que nos invitan a cenar. Pero no puedo decir quién cumple cuántos. Y es nuestro último día en Cedeira. Vale por varios, porque el tiempo cambia de soleado a encapotado cada cinco minutos. Mañana añadimos nuestro granito de arena a la Operación Salida - ¿o era Retorno?
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