Es el título de un vídeo de Chuck Olsen que veo tras la recomendación de Cyril Fievet, contra la aplicación de los viejos derechos de propiedad intelectual a los nuevos medios. La idea básica es que reproduciendo caseramente el trabajo de artistas estamos promocionándolos, además de proporcionarles, como buenos fans, dinero en efectivo por otros lados. En efecto, Internet ha posibilitado la explosión informativa y mediática personalizada. Se habrá observado que de repente la prensa se ha vuelto gratis; a esto no es ajena la red. Antes había que pagar por leer un periódico; ahora o lo lees en red o te lo reparten gratis. El siguiente paso es que te paguen por concederles parte de tu tiempo para prestar atención a la publicidad o la ideología incorporada que llevan. Y hacia eso vamos. También los blogueros ofrecemos nuestro material gratis a quien nos quiera prestar atención. En última instancia, el tiempo es oro, y el tiempo que dediquemos a alguien, oro para él. Gracias por dedicarme tiempo.
Y, hablando del futuro, me acabo de leer el segundo volumen de la novela por entregas de Javier Marías, Tu rostro mañana (hablando del futuro y del pasado, vamos). Aquí se la recomiendo a quien me quiera hacer caso, es de las mejores que he leído. Casi viene a desmentir su propia tesis, que "La vida no es contable, y resulta extraordinario tanto empeño en relatarla" ¿Tiempo perdido, entonces? Bueno, algunos rebuscan el tiempo perdido. A esos les gustará Tu rostro mañana; que pierdan el tiempo leyéndola, porque "lo importante está siempre ahí, en el tiempo perdido, allí donde uno diría que ya no puede haber nada." (Espero que pronto salga el tercer volumen) "Así que dime qué más, qué más se te ocurre y qué más me ofreces y qué más tienes, sigue pensando, corre, no te pares, vamos, sigue..."
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