La Filología Inglesa está en crisis, ya se sabe. Antes se colocaban todos los alumnos inmediatamente, en puestos excelentes; ahora tienen dificultad para encontrar trabajos mediocres todos menos los mejores o con más suerte. Y encima van a suprimir la carrera (pequeño detalle en la crisis). Bueno, pues la crisis también ha llegado al Tercer Ciclo, que ha visto disminuir el número de alumnos de manera vistosa. Y eso que nuestro departamento aún se permite el lujo de mantener dos programas de doctorado, uno de ellos (en el que vengo participando desde hace años) con mención de calidad pero con muy pocos alumnos. Otros departamentos han tenido que suspender sus programas de doctorado al no cubrir los mínimos de alumnos exigidos por la Universidad. En todo caso poca vida les queda a nuestros dos programas, y a todos los demás, puesto que de cara a la convergencia con Europa en enseñanza superior se van a suprimir los cursos de doctorado: los programas quedarán reducidos a la elaboración de la tesis doctoral. Bueno, pues el caso es que naturalmente también hay crisis de alumnazgo en el doctorado, ya he dicho que uno de los programas, a pesar de su mención de calidad, tiene muy pocos alumnos. Esto crea problemas de funcionamiento, porque al tener los alumnos libertad de opción, tienden a concentrarse en algunos cursos y a evitar otros: y ya van dos años que he tenido que suspender el curso (impartido en colaboración) por falta de alumnos. Ayer se debatía en el Consejo de Departamento esta situación; y se llegó a la conclusión de que si una vez hecho el plan de organización docente resulta que hay que suspender un curso, se pondrá al profesor que ha quedado viudo a dar sustituciones más o menos de lo que caiga por allí que haya que cubrir por urgencia. Es una opción, y de hecho no presenté ninguna propuesta alternativa. Sólo hice notar que este año yo pasé muchas horas preparando el dichoso curso que no se impartió, y me gasté mucho dinero en compra de material (dinero mío, porque el dinero que me da la Universidad para cursos de doctorado me llega para comprar un libro por año más o menos, por mucha mención de calidad que tenga el programa). Claro, que si bien me parece adecuada esa medida, yo también tomaré mis medidas. Si la docencia en doctorado es inestable, porque programas dar un curso sobre Shakespeare e igual acabas dando prácticas de fonética, es una docencia que no me interesa. Ya dejé en tiempos de dar cursos de doctorado durante varios años porque su duración no acababa de encajar en el horario y se amenazaba con hacernos completar unas horillas salpicadas por aquí y por allá con otros imprevistos. Lo que hice entonces fue coger una asignatura más asentada de primer o segundo ciclo; y es lo que haré ahora. En tiempos, hubo alarma cuando, al irme de doctorado, resulta que cogía una asignatura que molestaba, porque se quería guardar para otra persona (es decir: alguien superior jerárquicamente a mí la quería guardar para otra persona inferior jerárquicamente a mí, esto de la jerarquía es el criterio utilizado para el reparto, y no me lo invento yo sino que se me aplica. Lo malo es que algunos quieren hacer el sistema extensible a sus Protegidos). Pues supongo que volverá la alarma, porque desde luego pienso pedir la asignatura que más me convenga entre las que tengo derecho a pedir. Y es en todo caso lo que haría cuando desaparezca el conjunto del Tercer Ciclo, que es, como digo, docencia inestable.
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