El
PP presentó en tiempos un recurso contra la reforma del
código civil que introdujo el PSOE en cuestiones de matrimonio. Argüía
ese recurso que admitir los matrimonios entre personas del mismo sexo
era
incongruente con la definición misma de esta institución. Ahora el
Tribunal Constituciona aprueba
la ley del matrimonio
homosexual, en una actuación típica de las que le vienen
caracterizando
(--para mí esta ley debería haberse calificado como
claramente inconstitucional,
según explica su propio preámbulo).
Habrá votos particulares que nos leeremos por curiosidad, igual que la
propia argumentación cuando salga. Pero supongo que la sustancia del
argumento será que una cosa que se viene practicando con un apoyo
amplio en la sociedad es por tanto constitucional (—lo cual no se
sigue, claro).
Se entiende sin embargo que la gente barra para casa según sus
intereses o convicciones, por encima de la letra o del espíritu de la
ley, que están para interpretarlos, y en última instancia el poder está
para ejercerlo por parte de quien lo tiene. Una sentencia como esta es
por tanto un acto performativo
o realizativo,
que no se limita a interpretar lo que hay, sino a transformarlo
retroactivamente. Y así se va transformando la constitución, por la
puerta trasera pero con efectos muy reales, merced a interpretaciones
de este género.
Parece interpretar el Tribunal Constitucional, y en
esto desborda sus competencias, que su papel se extiende no sólo a
interpretar la Constitución, sino a ir
actualizando la Constitución a los nuevos tiempos.
Cambiándola retroactivamente, mediante un acto de interpretación que
en ningún caso podría haber estado en la intención del legislador. Pero
es que el Tribunal Constitucional no
tiene atribuciones para cambiar la constitución. Es
un caso craso de abuso de poder, o de prevaricación—pero a ver qué
órgano superior se lo dice así al TC. Quien ejerce el poder
de última instancia siempre ha torcido las leyes y las palabras, y con
razón o sin razón
siempre ha dictado cómo deben interpretarse, como ya decía Humpty
Dumpty—nada nuevo allí, por tanto. Y ahora, tras esta sentencia, el
matrimonio entre personas del mismo sexo (homosexuales o no) ya es
plenamente constitucional sin discusión posible. Quien sostenga lo
contrario, muy libre es de opinar,
pero sin efectos legales en España, igual que el matrimonio unisexual
español no tiene efectos legales en muchas otras partes: son opiniones
personales de individuos o de legislaciones particulares.
Ahora, lo que no tiene interpretación ni explicación fácil es que el
Partido Popular presentase un recurso de inconstitucionalidad contra la
ley, y no procediese a cambiarla al obtener la mayoría absoluta. Porque
si constitucional es esta ley, seguramente también es constitucional la
que había antes, que nadie la ha declarado inconstitucional, o bien
otra que apruebe la mayoría.
Otra posibilidad era retirar el recurso,
si es la noción que tenían de lo que es o debe ser el matrimonio.
Pero no: el PP mantiene su recurso de inconstitucionalidad, y ahora se
come con cuchara una ley que consideraban inconstitucional hasta ayer
(supongo). Sospecha uno que no tienen muy claro por qué presentaron ese
recurso, y quizá que no tengan en realidad ninguna idea al respecto: lo
que decidan otros es
conveniente o legal para el PP: su postura en realidad, y pensándolo
mejor, es no sabe no contesta.
¡Y aún dirán que no es tolerante el PP con las ideas ajenas!
_________
Aquí el
editorial de César Vidal sobre la sentencia del Tribunal Constitucional,
editorial contrario al matrimonio homosexual pero todavía más a la argumentación
jurídica de esta sentencia. También a Luis
del Pino le parece una aberración jurídica. Habría que oír a los
homosexuales, o a los heterosexuales, si un razonamiento similar se
utilizase para quitarles derechos anticonstitucionalmente. Por ejemplo:
"una
interpretación evolutiva de la constitución, y la práctica política
corriente, nos dice que hoy en día no tiene sentido hablar de libertad
de expresión. Entiéndase por tanto que las expresiones de ideas y
opiniones sólo se tolerarán y garantizarán si gustan a quien las oye o al
sentir mayoritario". Y las demás expresiones podrán ser censuradas por las
autoridades, si no se autocensuran por prudencia y por olfateo de hacia
dónde sopla el viento.
¿Gustaría esto?
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