Oigo por la calle a Bunbury, creo. Imposible saber si es él o si
es una grabación, todo es megafonía. Igual que aquí, imposible saber si
soy yo o si soy una grabación.
Conforme se acercan los Pilares, la megafonía me invade
la plaza, donde tan aficionado soy a tocar la guitarra en mi rincón,
tranquilo como Juan Bala. Se pone la cosa imposible, y le dan a uno
ganas de irse a Antigua, o al Rif. O a Biescas.
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