Ya desmelenados y pasando de todo, jueces y fiscales y políticos van a por lo suyo atropellando a quien se les ponga por medio en su huída para adelante, a coger el botín de su Grupo.
El juez Garzón denuncia al Tribunal Supremo español, que presumiblemente lo va a empapelar por alguno de sus múltiples delitos—lo denuncia ante el tribunal de Estrasburgo, pero lo malo es que el Tribunal Supremo aún no lo ha condenado a nada: con lo cual el juez sigue olvidando sus cursos de primero de derecho cuando le conviene. En Estrasburgo le recordarán que no puede presentar recursos antes de la sentencia, pero da igual. Aquí, seguramente, lo que busca es hacerse la víctima internacional ante los simplistas que son mayoría siempre, y quizá buscarse una excusa mediática para cuando decida declarase prófugo y fugarse de la justicia española.
El Fiscal General del Estado, Conde-Pumpido, sigue siendo un agente de la la manipulación y la corrupción de la justicia al más bajo precio. Éste era el que decía, cuando la negociación con la ETA, que a veces los jueces tenían que manchar sus togas con el polvo del camino. Bien, pues ahora quiere cortar por lo sano el caso Faisán, cambiando la tipificación del delito—resulta que avisar a los etarras para que huyeran no era colaborar con ellos, sino una mera revelación de secretos, un defectillo administrativo que tendría pocas consecuencias. Este individuo sí que arrastra por el barro su toga, y la de todos los que lo rodean. Qué vergüenza de país, el que lo tiene como Fiscal General—pero visto el gobierno que tenemos, muy ocupado en cubrir sus propias vergüenzas, qué se puede esperar. Nos gobiernan, nos presiden y nos vicepresiden los manipuladores a los que han votado los manipulados. Así, el menú está servido.
Y el Tribunal Supremo, a punto ha estado de admitir otra vez a los pro-etarras en los ayuntamientos, a recoger fondos públicos y a subvencionar a los del tiro en la nuca—y a mantener el chiringuito de la recaudación intacto. Que por cierto aquí nunca se ha denunciado a nadie por colaborar con la Eta pagándole los fondos que le hayan solicitado, y así sigue por tanto la Hacienda paralela funcionando sin problemas. Bien, pues ahora los "progresistas" (entiéndase con sarcasmo) del Tribunal Supremo querían tener etarras en los ayuntamientos—el PSOE se desvive por conseguirlo, no para de promover declaraciones y mociones a su favor. Y en el grupo Prisa están indignados de que no haya salido adelante la cosa, pero se frotan las manos pensando que tienen mayoría en el Tribunal Constitucional. La cadena SER, tan amada por todos los españoles, no para de intentar convencerles de que lo que necesitan en realidad es un etarra en el ayuntamiento. Genial. Unos canallas, vamos. ¿Y por qué los sintoniza tanta gente? ¿Será que quieren convencerse de eso también?
Yo, porque tengo un buen puesto de trabajo en este país—que si no, me parece que emigraba. No es normal que tengamos a esta pandilla gobernando y llenándonos las ondas aún y pontificando, después de dejar al país hecho unos zorros. No se puede ser tan memos.
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