Las nuevas cagadas aparecen a veces aisladas, pero con mucha frecuencia acumuladas en chaparrón. Son amplias y generosas, de color verde claro / amarillento, de textura granulosa con tendencia al líquido pastoso. Salpican, caen con energía, y se extienden de tal manera que bien pueden cubrir todo un capó o un parabrisas a manchones. No sé aún si además son corrosivas. Pero son pruebas de un sistema digestivo potente, vigoroso y decidido, y de una afición incontrolable a cagar en grupo.
No sé si atribuirlo a una epidemia de diarrea entre las palomas. Pero mucho me sospecho que las responsables son realmente de importación reciente— a saber, las cotorras que poco a poco han proliferado en Zaragoza y están cotorreando en todos los árboles, construyendo además unos nidos bien voluminosos. Anden con cuidado, y no miren para arriba. Además, hablan—y no sé si harán comentarios sobre su puntería.
—oOo—
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se aceptan opiniones alternativas, e incluso coincidentes: