De El País de hoy, sobre uno de los puntos de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña:
El alto tribunal aclara que "no cabe pretender legítimamente" que la enseñanza se imparta "única y exclusivamente en una de las dos lenguas cooficiales". "Es constitucionalmente obligado que las dos lenguas cooficiales sean reconocidas (...) como vehiculares", concluye. El consejero de Educación del Gobierno catalán, Ernest Maragall, manifestó ayer que considera que la interpretación del Constitucional no conduce a ningún cambio en el modelo lingüístico escolar.
Esto puede tomarse como representativo, sobre todo tras ver ayer cómo el presidente autonómico encabezaba una manifestación independentista.
O sea, que la ley se va a seguir trampeando e incumpliendo, y que la mafia nacionalista va a seguir imponiendo sus políticas de facto, diga lo que diga el Constitucional, o la ley, o quien sea. Las "interpretaciones" que se hagan de la sentencia pueden contradecir sin más lo que dice el texto, mientras mande quien manda. Aquí la ley que va a misa es la ley de la fuerza—la que impone quien manda, pasándose el derecho, la constitución, la jurisprudencia y las sentencias por el arco de triunfo, para interpretar la voluntad inequívoca del pueblo. Ese es el mensaje que más claro queda después de tanto comentario jurídico—un mensaje del más puro corte... sí, —fascista.
Pero este cáncer de ilegalidad catalán va a tener efectos fatídicos en el resto del sistema. Un país que permite que sus gobernantes actúen así— socavando e ignorando las leyes, o cumpliéndolas cuando conviene al que gobierna, está comprando boletos para la ruina total.
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PS, sobre la manifestación de Barcelona de ayer, un comentario pongo en Facebook:
La manifestación supongo que junta tanto catalanismo sentimental de ese inexplicable como un proyecto independentista muy directo y poco vago. Ahora bien, quienes hayan asistido no siendo partidarios de la secesión con España, esos sí que creo que no han entendido gran cosa de la situación presente.
Bastante atinado me parece el comentario de Pío Moa al respecto. Y lo que dijo Vidal-Quadras: “Efectivamente –vino a decir—los nacionalistas tienen un plan, el plan de disgregar España, y lo siguen en cuanto tienen oportunidad. Pero enfrente no hay plan alguno. Y quienes actúan de acuerdo con un plan, terminan ganando a los que no lo tienen”.
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