Ahora que me jubilo (y no sé si se jubila mi bibliografía, pero es posible, pues la Universidad en principio no es da albergue a jubilados) conviene hacer una vista atrás, resumen y recopilatorio no de sus fallos, para eso no cuenten conmigo, sino de sus logros. En concreto de uno que de modo inexplicable no he subrayado lo suficiente.
A saber: que esta bibliografía viene siendo el resultado de búsqueda número UNO de Google, y también de otros buscadores si existen, para la búsqueda "Literary Theory Bibliography". Y eso no este año, cuando llevo ya 30 años engordándola, sino ininterrumpidamente durante los últimos 20 años. Me consta al menos desde 2002, con comprobaciones repetidas cada año, pero seguramente es así desde la misma creación de Google poco tiempo antes.
Quienes sepan algo de búsquedas, que no es mi caso, quizá aprecien que ser el número uno mundial en Google es un tipo de récord digamos codiciable (si bien no me consta que en este caso sea de hecho codiciado). Ahora bien, también les dirán esos Expertos que imagino a mi gusto, que mantener el número uno en Google durante veinte años es no sólo codiciable—es raro.
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