Cinexpedición, a ver "Entre Copas", una película para alcohólicos preferentemente, y con crisis de los cuarenta a cuestas. Uno anglosajón angustiado porque se casa, se busca ligues en su semana de despedida de soltero, lo consigue pero es apaleado. El otro, judío, novelista frustrado, profesor de literatura con trauma de divorcio a cuestas, intenta moderar a su amigo y al final hasta liga, y encuentra una única lectora, su futura. Este segundo parece ser el alter ego del guionista; prescindibles tanto la peli como la novela no leída, y la de John Kennedy Toole, "La Conjura de los Necios", que parece ser el role model de ambos. Como en las novelas de Hemingway, se bebe sin medida ni talento, aunque eso sí, con mucha retórica aquí sobre la calidad de los vinos. Se bebe hasta conduciendo, o corriendo campo a través, unas veces con excusa, otras buscando directamente la pérdida de consciencia lo antes posible. También se juega al golf sin ganas, se organizan cenas sin ganas y se casa uno sin ganas. Lo que sí se aprecia es una excusa para mantener la ilusión, y que te hagan un poco de caso, por limitado que sea éste; el gran triunfo es llegar a cubrir mínimos en este terreno. Cualquiera diría que para esto no hace falta ir al cine, pero ya se sabe, "totus mundus agit histrionem", hay que proyectar nuestras depresiones a la gran pantalla, para que nos vuelvan transformadas por la distancia que media entre la ida y la vuelta. En cualquier caso, a quien no le guste que le recuerden su mediocridad, mejor que se vaya a ver otra; y en cualquier caso mantened la botella bajo control; hay que potenciar el espacio que hay "entre copas", desde luego aquí es muy poco lo que hay entre ellas. Bueno, voy a tomarme un güisqui, que si no luego se me junta con la hora del vermú.
Hoy nos vamos a pasear por el campo cerca de La Puebla de Alfindén. Si en el campo te paras ante un prado verde, y te agachas, antes de la puesta de sol, empiezas a ver telarañas que centellean al moverse a tus pies, y si miras a lo lejos ves más y más, hasta que te das cuenta de que el campo entero está cubierto de telarañas, una auténtica alfombra plateada de telarañas.
Y ahora vamos a ver una peliculilla con los nenes, cine de entretenimiento: "Estar Guarras 2: El ataque de los Clowns".
Pues se las trae el tal Lucas, si empiezas a leer entre líneas. Primero, replay de la Guerra de Secesión: unos miles de planetas quieren secesionarse de la República, liderados por un "idealista" sospechoso de traición. Y claro, hay que crear un ejército para impedirlo (no se sabe por qué, ni los tecnicismos constitucionales, ni ná) porque los cuatro yedais no dan abasto a controlar los disturbios. Aunque la República es más bien lo que los USA podían llegar a ser mediatizados por la ONU, un sitio lleno de marcianos, gobernado por un Senado que es peor que la Asamblea General para los americanos, el único que puede meter mano es algún vivo para manipular... vamos, un asco de sitio, demasiado complicado, menos mal que hay una oligarquía de yédais que toma las decisiones básicas más allá de la maquinaria democrática, que ya está demasiado infiltrada... La ex-reina Amidala, ahora rebajada a senadora Padmé, y ligable para el futuro corrusto Anakin/Darth Vader, es encantadora, pero totalmente ineficaz, piensa más en sus peinados de Turandot y en moverse entre mobiliario y paisajes idílicos (europeos, hasta españoles - Stressa, Sevilla) que en hacer nada práctico; lo más que requiere es protección (luego sí que da tortas, por lo de la women’s lib, pero dentro de un orden). Es Europa, claro, idealizada, deseable pero impotente y ahogada por el peso de su elegancia. Ella no quiere ejército para controlar el Imperio (oops, perdón, la República) pero mira por donde, no hará falta reclutarlo porque un traidor ya se encargó de preparar de tapadillo un ejército de clones descerebrados, supuestamente en nombre de los Yedais, y mira qué bien, nosotros jamás lo hubiéramos hecho, pero ya que nos lo encontramos y nos lo regalan previo pago, pues desde luego que lo vamos a utilizar para mantener el orden cósmico.... Bendita maldición, como la bomba H. Ah, y el hispano un traidor (o el traidor, un hispano). También hay un británico por ahí, el "conde Duku" (de Olivares, supongo) muy al estilo del viejo druida, el mago blanco del Señor de los Anillos (la pérfida Albión nunca mejor dicho); siempre marcan los malos un acento británico hasta allá. Más curiosa aún es la caricatura ferozmente racista y antisemita del moscardón, el antiguo amo de Anakin y su madre: será para que se vea que hasta eso lo hacen mejor en Hollywood. Y en fin, la post guerra fría es aquí una preguerra muy calentita, donde hacen falta buenas escaramuzas por toda la galaxia para tener al personal bajo control, y es lamentable pero tenemos que gastarnos una pasta en clones y en helicópteros espaciales para la tercera Tormenta del Desierto. Todo en plan pro Nuevo Orden, que, como decía Chomsky, es el viejo... Menos mal que los Yodas y los Obigüanes son buenos; si no tanto Maestro, tanta iniciación inacabable y tanto secretismo iba a parecer esto la conspiración Yedai-masónica. Ya me muero por ver la piedra clave que cierre la bóveda de esta hexalogía invertida... hasta luego Lucas.
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