Reunión hoy para decidir la asignación docente del año que
viene, tras el maregmágnum del ya conocido como Decretazo. El Director
nos dice que no se han recibido instrucciones específicas al respecto
sobre la elaboración del POD y la aplicación del Decreto: que éste está
en vigor según dice el Ministro, y que la Universidad sin embargo
parece dispuesta a ignorarlo (sin ponerlo por escrito, según parece)—al
menos, lo ha rechazado públicamente (aunque el rector ha dicho también
que está en vigor) y no ha insistido en su pertinencia a la hora de
calcular la asignación docente. Un poco como haciéndose la sueca, la
Universidad, y que cada cual haga lo que buenamente le parezca,
individuos y departamentos.... Aunque, aquí les esperamos, a la vuelta
de septiembre nos dirá la propia universidad, no me cabe la menor duda,
cuando los departamentos pidan personal, o se quejen de que no pueden
cubrir la docencia: "ah, pero tienen
ustedes un cupo de profesores que están por debajo de su docencia según
el Real Decreto...." Ya
me parece que lo oigo desde aquí, por anticipado. La Universidad, mucho
indignarse y protestar santurronamente, pero luego hay que morir al
palo para ahorrar, y atenerse a la normativa. De momento mandamos esta
propuesta de asignación docente así de puntillas, y a ver qué pasa, si
ponemos cara de póker.
En fin, en mi departamento la gente parecía partir hoy, en la reunión
de asignación de docencia, de que "el Real Decreto no lo vamos a
aplicar aquí"—y en efecto el resultado ha sido que los posibles
candidatos a aumento de docencia no se han puesto a 32 créditos
espontáneamente, en lugar de los 24 tradicionales. Los
catedráticos
han dado el tono comenzando la reunión y descargándose todo lo que han
podido, con ley y sin ley, apelando a cargos de coordinación y
normativas internas y demás, para quedarse con la mínima docencia pero
siempre sin apelar al Real Decreto. Hay que presuponer (el valor se les supone) que tienen
sus sexenios en orden. Pero en algún caso el invento no ha
funcionado igual de bien, y tanto la Dra. Penas como yo hemos
manifestado que según el Real Decreto
nuestra carga docente no es de 24 sino de 16 créditos. Y tras un breve
desconcierto, la Dirección se ha limitado a tomar nota con cara de
póker (y van dos pókeres). Frente a un sistema saliente, y uno
entrante, cada cual se ha atenido al más conveniente, dentro de la
indefinición ambiental. No sé si nadie más se ha apuntado a las
descargas... ah, sí. Martínez, una profesora no tan anciana como yo,
también entra en modo Real Decreto. No sé si en su caso habrá
murmuraciones (mumble, mumble...).
Como haya sido la tónica general en la universidad, esto de apuntarse
sólo a las maduras, y no a las duras... me parece que vamos
aviados. Como les digo, en septiembre sabremos más. Aún seguimos
pendientes de una posible normativa que aclare la aplicación del famoso
Real Decreto, que por aquí hay muchas cosas que no se entienden, sobre
todo si resultan perjudiciales o contrarias a los intereses.
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