Visto que el otro día me tocó en un sorteo (primera vez que me toca nada en un sorteo) un trilobites, me he ido a una conferencia sobre trilobites, convenientemente anunciada en este tráiler de la Universidad:
Jorge Esteve y Samuel Zamora, científicos del grupo de investigación Murero, liderado por Eladio Liñán, catedrático de la Universidad de Zaragoza y financiado por el MEC, impartirán hoy a las 19.30 horas la conferencia "Tesoros fósiles de Aragón: La vida primitiva del Parque Natural del Moncayo" en el Salón de Actos de Geológicas.
Los investigadores expondrán que los trilobites, un grupo extinto de artrópodos que proliferó en los mares del Paleozoico, ya se enrollaban eficientemente para defenderse ante las amenazas externas hace 500 millones de años, según han podido hallar en su último estudio sobre los fósiles trilobites del Parque natural del Moncayo. Precisamente este hallazgo acaba de ser publicado por la revista norteamericana Geology, la más prestigiosa de geología y realizado por Jorge Esteve (Universidad Zaragoza), Nigel Hughes (Universidad de California) y Samuel Zamora (Museo Historia Natural, Londres).
Los fósiles han sido recogidos, preparados y estudiados a lo largo de los últimos cuatro años en la localidad zaragozana de Purujosa incluida en el Parque Natural del Moncayo. Lo singular de este yacimiento es la concentración y conservación, más de 500 ejemplares, de trilobites perfectamente conservados, muchos de los cuales aparecen en una postura defensiva de enrollamiento, similar a la que muestran las cochinillas de la humedad actuales cuando se les molesta.
Los fósiles pertenecen al periodo Cámbrico y tienen más de 500 millones de años lo que ha permitido indagar cómo los primeros trilobites se enrollaban y se defendían ante las amenazas externas. Este yacimiento es el más rico en trilobites del Cámbrico enrollados a nivel mundial y así lo demuestra la comparación con casi 90 localidades con fósiles parecidos de todo el mundo.
La tendencia de los trilobites es hacia un enrollamiento más eficiente a lo largo de su evolución, aunque esta tendencia ya estaba muy definida en el Cámbrico. Esta asociación de trilobites muestra como diferentes grupos podían enrollarse, aun teniendo cuerpos de formas diferentes. A partir de este estudio se concluye que el enrollamiento en los trilobites es clarísimamente una adaptación defensiva que nos proporciona uno de los más claros casos de tendencias desarrolladas independientemente en diferentes linajes hacia una solución común, enrollarse para defenderse.
Todavía se están barajando las causas de tal concentración de fósiles pero todo apunta a que una avalancha de lodo enterró de forma súbita a estos animales. Este yacimiento representa casi intacto los últimos instantes en la vida en una comunidad de animales marinos de más de 500 millones de años.
Yo como siempre tras una conferencia, pregunto y hasta me enrollo si hace falta.
Me acuerdo que me llamaba la atención de crío cómo unas especies de cochinillas (crustáceos que parecen insectos) se enrollaban, y otras no. Y también leí en un artículo de Stephen Jay Gould sobre la gradual carcinización del cangrejo, o sea, cómo un tipo de crustáceo con tendencia a enrollarse acaba enrollado permanentemente, y con lo que en un cangrejo de río sería la parte trasera, vuelta permanentemente hacia adelante y adherida al tórax en lo que es un cangrejo de mar. Aún se les distingue lo que fue el abdomen, ahí fosilizado. Bien, pues parece que los trilobites no eran lo suficientemente enrollados y no se ha encontrado el mismo proceso en ellos, no hay carcinización del trilobites en el registro fósil.
De todas maneras, siendo unos animales que dieron lugar a tantos géneros y que vivieron tanto tiempo, no me extrañaría que un día apareciese una variante de trilobites con enrollamiento permanente. Yo les animaría a seguir buscando a los trilobitólogos: es una forma que no me sorprendería que apareciese en un futuro, si lo extinguido puede aparecer en un futuro.
También he preguntado, aparte del enrollamiento, por la extinción. Se puede tener un éxito notable y extinguirse, aunque en el caso de los trilobites no fue tan súbita la cosa como entre los dinosaurios. Diría extinguirse sin dejar huella, pero lo cierto es que huellas han quedado muchas, hasta yo tengo mi trilobites, muy bien conservado, aunque no para paella.
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