Quizá "narrativas" es mucho decir, pues desde luego lo que hacen estos medios es transformar la narratividad, de igual modo que transforman la experiencia (ver "Los blogs y la narratividad de la experiencia"). Me releo estos días Towards a 'Natural' Narratology de Monika Fludernik, que también tiene sus problemas para incluir dentro de la "narración", dentro de "contar", entendido como acto de habla, todo lo que sucede en la literatura narrativa, y recurre a otros marcos de la experiencia como "percepción", "experiencia", "reflexión" o "visión" como base organizadora para la ficción narrativa. A lo que voy, quizá los nuevos medios no "narren", en sentido literal, ni pretendan transformar la narración; lo que sí está claro es que representan la experiencia en su aspecto secuencial, una selección de la experiencia, claro, la que queda filtrada, registrada o grabada en el medio. Y que de ahí resulta un texto narrativizable, un texto (escrito, grabado, visual, multimedia...) que hace muchas de las cosas que antes sólo hacía la narración, y que se presta fácilmente a su recuperación como texto narrativo, una nueva modalidad de vida narrativizada por la tecnología.
Walker observa que esto pasa en los blogs, pero también en sistemas de redes sociales como Facebook y otros. (A Facebook se le ha descrito como una simple plantilla normalizada para blogs... hoy lo llamaba yo "el blog de los que no tienen blog"). Dice Walker:
"Ya hay muchos nuevos tipos de herramientas para publicación personalizada que son similares a los blogs. El feed de noticias automatizado de Facebook es un ejemplo, pero hay muchos otros. Lifelog, de Nokia, promete converitr los contenidos mediáticos creados o recibidos con tu teléfono móvil y organizarlo como un diario generado automáticamente que podrías mantener privado en tu propio ordenador, o subirlo a la red en forma de blog. Los elementos que podrían incluirse en tu Lifelog serían fotos y vídeos que tomases con tu teléfono, mensajes de texto y multimedia que hubieses enviado o recibido, acontecimientos anotados en el calendario del teléfono, y datos de localización asociados a todos estos. Pocos de nosotros querríamos subir todos y cada uno de dos elementos de nuestro Lifelog para visionado público en Internet, pero el software demuestra claramente cómo cada vez más y más parte de una vida se documenta hoy—parte de ella deliberadamente, como cuando tomas una foto, y parte casualmente, como cuando tu teléfono recuerda que enviaste un SMS, o cuando tu ordenador archiva mensajes de e-mail viejos." (Blogging 80)
Es, dice, "una narración extendida, una autobiografía creada sobre la marcha" (82). Muchas estructuras narrativas de estos dispositivos son generadas por el propio sistema, son "una autobiografía generada automáticamente", en la que muchas decisiones no son tomadas por el usuario, sino delegadas al sistema, aunque sea el usuario el sujeto de las actividades y quien accione el sistema.
De estas narraciones no es la menos interesante la que almacena Google, inquietantemente accesible para ellos que cada vez disponen de más medios que registran nuestra actividad como usuarios. Por lo bien que lo hacen, claro, y sin embargo... tiene la cosa algo de Vigilancia y Control, siquiera sea potencial. Sobre eso nos dice Walker que la tecnología de los blogs o de Internet, como un cuchillo o como cualquier otra tecnología, se puede usar bien o mal. Pero que para usarla bien conviene comprender cómo funciona y cómo se está usando (Blogging 160).
En el capítulo 5, "Blogs as Narratives", describe Walker a los blogs como "una forma de escritura episódica que conduce a determinadas clases de estructura narrativa" (111). Los posts pueden ser pequeñas narraciones, y su conjunto es una estructurta narrativa más amplia, una narración episódica, similar en cierto modo a los diarios, las novelas por entregs, los comics... Hay blogs que tienen un planteamiento específicamente narrativo, con una historia en curso, un objetivo a cumplir, etc. Los blogs planteados en torno a un proceso en curso están más adaptados a la propia forma de su medio que los que se plantean objetivos a corto plazo. La narración global del blog es fragmentaria, depende mucho de cómo se lea, o incluso de información extraída de otras fuentes (especialmente quienes conocen al bloguero—pero entre esos también se cuentan los lectores atentos). Muchas veces la experiencia personal o íntima se calla o se vela, pero puede traslucirse para quienes saben leer entre líneas o conocen en detalle el blog. Analiza Walker distintos tipos de interés y ligazón narrativa en diferentes ejemplos de blogs.
Hay que tener en cuenta que el blog no está diseñado globalmente a priori, como lo está una novela (al menos una novela no serial). Y en consonancia, Walker identifica en los lectores de los blogs un tipo de interés narrativo distinto del que se encuentra en las novelas:
"Es una clase de deseo narrativo diferente del que según Peter Brooks despiertan las novelas. Mientras que Brooks comentaba el deseo del lector de novelas por llegar al final, el deseo de un lector de blogs es siempre deseo del siguiente post. El lector de blogs espera que no haya final. Un final no ataría todos los cabos sueltos, ni contestaría a todos los interrogantes ni convertiría la narración en un todo ordenado y comprensible. Sería simplemente un parón." (Blogging 118).
Un blog, como cualquier narración, también requiere la elección y manejo de una voz narrativa: incluso de una personalidad ficcionalizada, un narrador "diferente" del autor. Muchos blogs son anónimos, y eso no sólo da libertad, también limita la manera en que puede el bloguero tratar determinados tipos de cuestiones. Como decía la bloguera (anónima) de Chronicles of Dr. Crazy, comentando sobre esto antes de cerrar su blog:
"Llevo tiempo sintiéndome algo encasillada por el espacio que me diseñé en la blogosfera. El pseudónimo que se suponía que iba a darme libertad de hecho me limitaba: a causa de la voz que había elegido para "Dr. Crazy" y debido a algunas de las cosas sobre que había elegido escribir, sentía que tenía que tener mucho cuidado con lo que revelaba sobre mi trabajo. Inicialmente había tenido el objetivo de componer un blog que me permitiese contemplar lo profesional y lo personal de modo conjunto, pero no era eso lo que había conseguido. Lo que había conseguido era la construcción de un espacio, una identidad y una voz que me permitían hablar de cosas de la vida personal, pero eso en última instancia me privaba de toda autoridad (y de toda capacidad de defender mis posiciones) en las cuestiones profesionales." (Chronicles of Dr. Crazy 4 enero 2006, cit. en Walker 119)
Curiosa también la experienca de Justin Hall, uno de los primeros blogueros, al retirarse de hablar de temas personales, porque su blog le había invadido la vida, y la gente no se fiaba de él por si hablaba de ellos en su blog. Hall firmaba con su nombre, y lo sigue haciendo, pero ahora sólo sobre temas técnicos. Y es que el blog plantea unos problemas de manejo de la identidad que son novedosos como lo es el medio: lo personal y lo profesional, los distintos roles y voces del bloguero, pueden superponerse de maneras inesperadas, sorprendentes, interesantes, o desagradables (ver "El obsceno blog"). Incluso en los blogs temáticos suele mezclarse un elemento personal impredecible, una perspectiva subjetiva o la mera reacción personal a las cuestiones temáticas tratadas. Lo personal y lo profesional, en suma, no tienen una separación nítida. Pueden adquirir interacciones distintas en cada blog (o en cada post, si queremos llevarlo a un extremo—en éste, digamos). Un blog puede dar una imagen más completa, multifacética, o más limitada, de la vida, personalidad y actividades del bloguero. Pero siempre hay variaciones dentro de la línea general elegida, con lo que los blogs devienen una especie de strip-tease psicológico, social, o también literal, claro.
Si a ello se añade que la narración tiene una dosis de ficcionalización.... (para Fludernik las diferencias entre narrar y ficcionalizar no parecen muy claras, ciertamente).... pues entonces la fluidez de los blogs como género narrativo adquiere su dimensión final. Lo personal, no digamos ya lo temático o profesional, puede ficcionalizarse. En esto no hay contratos firmados con los lectores, claro, pero pueden producirse reacciones de hostilidad si los lectores que tomaban un blog por no ficticio descubren dosis importantes de ficción en él, o descubren que todo es un montaje, como en el caso de lonelygirl15 en YouTube.
Todo esto no es automático, claro, ni resulta automáticamente generado por el sistema... pero sin embargo sí resulta en cierto modo de las potencialidades y tendencias inherentes al medio. De la autorrepresentación en el blog resulta un feedback para el bloguero, que muchas veces encuentra que la imagen generada en el blog no es la prevista ni controlada por él. De ahí puede salir, como en otros géneros autobiográficos, pero también con acentos personales de este género, una reflexión sobre la propia personalidad, intereses, actividades, gustos e ideas—una autoexploración o una autocomunicación mediada por red.
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