Observo que tengo muchos más artículos de lo que suele ser lo habitual, en mi blog:
A lo que habría que sumar varios cientos de artículos más en mi blog viejo: http://garciala.blogia.com/
Se explica esto no sólo por escribir mucho, sino por ser un caso atípico de constancia y persistencia. El blog medio vendrá a durar menos de un año; yo voy para quince o dieciséis. Y claro, a base de años se van peinando canas y ya va uno teniendo muchas entradas.
Todavía más entradas acumularía si contamos mi viejo Blog de notas, que a principios del año pasado me obligaron a borrar de la universidad donde se alojó durante 15 años al parecer causando escándalo retrospectivo.
Tienes su gracia por cierto que el Vicerrector de Comunicaciones y demás, que fue el que accedió a desbloquearme la web en la universidad a cambio de que borrase el blog de allí, expresa por su parte en su propio blog (será en su ser privado y no oficial) que lo mejor en la Universidad es emplear herramientas abiertas y variadas, toda la web y todos los blogs y recursos, en lugar de una herramienta cerrada para la docencia. Aquí lo dice. Le iba a poner un comentario al respecto pero no se admiten comentarios en el blog, o no funcionan.
Digo que es gracioso el caso porque en la reunión con unos técnicos o expertos donde me obligaron a borrar el blog (so pena de no darme acceso a la web en absoluto) me insistieron mucho en que no se podían poner en una web universitaria enlaces a materiales externos a la Universidad, que daban muchos problemas de copyright y no sé qué más.
Vamos, que la teoría será web abierta, pero la práctica es favorecer islotes de docencia aislados de internet. Y blogs lo que se dice blogs, muy desaconsejados. Qué digo desaconsejados: prohibidos. Cuando les dije a los técnicos y Vicerrector que hay universidades que alojan plataformas enteras de blogs, gestionados por supuesto por el autor y no por el Vicerrector, me dijeron "Ya los eliminarán, los blogs. Eso trae muchos problemas".
A mí, problemas, los que me trajeron ellos. No he oído de ningún caso de atropello semejante con los escritos de un profesor, ni con la libertad de expresión en la universidad. Y me tenía que tocar a mí, vaya. Por expresarme con demasiada libertad será.
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