Ayer ví, y hasta no sé si estuve en ella, mientras pasaba por allí, una manifestación contra la reforma universitaria de Bolonia. Desde hace tiempo no veía tantos estudiantes manifestándose: unos ochocientos o mil me pareció contar entre los que subían hacia la Universidad desde el centro. A estas alturas ya no hay quien pare esto, claro, con las leyes en esa dirección aprobadas desde hace tiempo tanto por PP como por PSOE. Sobre todo cuando los estudiantes reaccionan esta vez con retraso—años y años de retraso, y con la información sesgada que caracteriza a estos movimientos, que siempre tienen un lado un tanto borreguil y empiezan y se acaban como la espuma de cerveza que sube y desaparece.
Ay, los estudiantes... niños grandes y siempre a medio informar. Van a las asambleas un poco hipnotizados, por campanas que oyen, o si van sus amigas o el chico que les gusta. De las ventajas de tener un espacio común europeo para el reconocimiento de titulaciones, nada... No niego que tenga una cierta verdad panorámica, casi poética, lo que denuncian—pero el movimiento hacia la universidad orientada profesionalmente no puede cambiar. Demasiados intereses creados, elitismos enquistados, y endogamias propias tiene la universidad, como para no aplicarle un mínimo Principio de Realidad. Ahora que, la reacción química entre los intereses enquistados y el principio de mercado promete un ambiente no menos pernicioso para el free play of spirit, y el libre dinamismo intelectual. Al menos en las humanidades.
Hace unos años hubo un cierto revuelo en las humanidades cuando se anunció la "supresión de las filologías"—incluida la filología inglesa. Pero la reacción de los estudiantes fue mínima. Cuatro gatos salieron a manifestarse, sí... (y eso era en la época en que el gobierno sociata contestaba a manifestaciones masivas contra su política con el argumento de que la mayoría de la población española no se había manifestado). Aun con todo, el Ministerio cambió de planes—y de ministra. Se consiguió que en vez de quedar suprimidas estas titulaciones por decreto de la superioridad, fuese cada universidad la que decidiese si quería implantarla o no. Total, que tanto que protesté entonces por la supresión de la Filología Inglesa, y el resultado será, según parece, que se implantará en Madrid, y Barcelona, y algún sitio más... pero no en Zaragoza. Con lo cual se habrá conseguido una especie de vuelta a los años sesenta, y que ni siquiera estemos en pie de igualdad a la hora de ofertar la misma titulación.
Eso sí que es justicia poética. Y es que como decían en Hamlet, uno nunca sabe en qué van a parar sus manifestaciones ni qué efectos imprevistos tendrán. Que tenerlos, los tendrán.
PS: Del resumen de prensa que nos pasan últimamente en la Universidad:
*Movilización estudiantes *
Protesta contra la "mercantilización" de la Universidad
Renace el espíritu estudiantil
Movilización de los estudiantes
Los estudiantes se suman a la lucha contra el Plan Bolonia
Contra la nueva universidad
Rebelión de los estudiantes contra la nueva universidad
Universidad. En contra de unos estudios más caros
Miles de estudiantes contra la reforma universitaria
La mayoría de docentes no secunda la jornada de huelga
Miles de estudiantes contra las reformas europeas de la Universidad
Bolonia echa a los universitarios a la calle
Matices sobre el "Proceso Bolonia" / El apoyo de Luis García Montero
Y otra:
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