La historia inscrita
Publicado en Blogs. com. José Ángel García Landa
Ayer
fui a la "I Jornada sobre Blogs corporativos y aragoneses" ("y" por
"o", disyuntivo, no intersectivo - quiero decir que también iba sobre
blogs aragoneses no corporativos y blogs corporativos no aragoneses). Lo
de "corporativos" es más o menos anglicismo ("corporate") por "blog de
empresa"—que aquí lo de "corporativo" suena a colegio de médicos o
sindicato vertical. Era en el Hotel Boston, estaba la salita (pequeña)
más o menos llena, y se le podía poner cara a algunos de los blogs que
leemos - creo que sería práctico que cada cual llevase en la solapa una
tarjeta con el logotipo de su blog, que le pones más cara al blog que al
bloguero. Por cierto, una de las cosas que decían sobre los blogs de
empresa: ponle foto, no anonimices, da la cara al público. Había en los
consejos poco miedo a la apertura pública de comentarios (un blog sin
comentarios no será un blog quizá, pero yo creo que sí puede ser una muy
buena herramienta de publicidad). Yo (y las empresas) opinamos que el
tema de los comentarios negativos o (y/o) malintencionados no es de
desdeñar en el mundo de la empresa, o de la institución. Desde luego, en
lo que a mí me toca, la Universidad no parece tener la menor intención
de fomentar la creación blogs institucionales para sus centros,
titulaciones o productos.
Un peligro que yo veo en eso de "dar la
cara por la empresa" es que tu cara se transforma en tu empresa - o
sea, que tu cara debe adquirir una línea editorial determinada, algo muy
americano... y que es el futuro sin duda. Las opiniones diversas,
variadas, conflictivas, contradictorias, esas, al blog anónimo, como si
fuese el inconsciente del bloguero empresarial. La foto ha de ser
sonriente.
Algunos de los ponentes hablaron de la historia de
su blog, qué les llevó a bloguear, cómo se desarrolló, derivando hacia
funciones nuevas, interactuando con las actividades en apoyo de las
cuales surgió, encontrando su público... Un momento de reflexión y
reevaluación que se da a veces en otras ocasiones, como en los
cumpleaños del blog. Se cuenta entonces una historia que ya está grabada
en la sustancia del propio blog, que tiene esa dimensión de historia
inscrita. Una serie de acontecimientos que han pasado y que han dejado
una huella textual unificada, pública y desarrollada si no siempre de
modo narrativo, sí de modo dramático, y con esa narratividad que supone
el volver constantemente atrás a evaluar el resultado de las propias
expectativas y acciones. O sea: una historia que ya está contada en
parte, pero que necesita volverse a contar constantemente, incrementando
así la dimensión narrativa del blog. Retelling what is told. Y a eso
nos dedicamos parte del tiempo, dentro y fuera del blog, porque si algo
interesante tiene esta dimensión del blog es que lo mismo sucede con las
personas. Llevamos nuestra historia inscrita, en parte al menos, en el
cuerpo (no corporativo) y en lo que de nosotros sabe el dominio público.
Pero eso no nos impide contarla una y otra vez, a medida que se sigue
transformando. Una dimensión más del blog como cuerpo virtual o
alternativo de unos seres marcados por el tiempo y por las inscripciones
que va dejando.
Por cierto, aconsejaban también encontrar
maneras de que no quede muerto el archivo del blog, así que supongo que
estoy acertado poniendo estos enlaces finales que llevan al pasado,
siempre al pasado, nunca al futuro. De momento.
Y estos retroposts.
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