Comenta aquí cómo Marina Garcés, pregonera de las fiestas de la Merced invitada por Ada Colau, equipara en su pregón de fiestas a los asesinos y víctimas del terrorismo, diciendo que en estas fiestas se echa en falta, con dolor, a los asesinos de Ripoll, "que nadie sabrá si querían morir matando".
La frase se las trae, porque su sintaxis pone en duda y equipara también la duda sobre si querían morir (poca duda en el caso de yihadistas, pero bueno) y la duda sobre si querían matar. El intento de blanquear a los terroristas está fuera de duda, pero persiste la duda sobre cómo le funciona el cerebro a esta persona: si realmente no entiende los terroristas querían matar, el asunto ya es de cabeza—si rige o no—y no sólo de vileza moral.
¿Hace falta ser filósofa para llegar a este nivel de discernimiento? Esta mujer está muy mal, o por lo menos está muy mal dando lecciones de filosofía moral en mi universidad.
Pues Marina Garcés es profesora del departamento de Filosofía de la Universidad de Zaragoza, una ciudad donde no es ella la única que profesa el catalanismo. Y se autodefine como "filósofa crítica." Bien, pues esto es lo que hay como pensamiento crítico, o más bien como pensamiento que está en estado realmente crítico.
En fin, que mejor y en términos más proporcionados lo cuanta Federico Jiménez Losantos. A partir del minuto 15.
_____. "Federico a las 8:
Ridículo de Podemos en Zaragoza." EsRadio
25 Sept. 2017.*
2017
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