lunes, 18 de abril de 2016

La vieja raza de los ogros


El neandertal, para mí, es el Ogro de los cuentos, o el cíclope. Entre humano e inhumano, y desde luego devorador de niños. Creo que impactaron fuertemente en las primeras mitologías, y hasta hoy llegan. En los propios cuentos, los ogros, o los cíclopes, son seres ya excepcionales, escasos y escandalosos. Obsérvese que a veces están casados con una humana, en un matrimonio un tanto extraño o desigual. Pero son los últimos restos de una era anterior, y casi invariablemente se nos cuenta su fin.

—un comentario que pongo en el artículo "¿Fueron los neandertales responsables de su propia extinción?" de Reflexiones de un Primate.

neanderthalensis


Por cierto, en relación al ojo único de los cíclopes, me parece que puede deberse a diversas causas paleoantropológicas (dejando aparte las psicoanalíticas, que sobredeterminan al personaje). Son, posiblemente, éstas:

- La mirada del neandertal puede que no fuese tan comunicativa como la del Homo sapiens, creando un efecto de extrañeza o de inhumanidad en un rostro humano, o "humano". Como una impresión de algo que falta.

- El arco superciliar pronunciado es posible que ocultase la mirada a la vez que daba un aspecto extraño a la frente y a la cara, produciendo un efecto de mirada tachada o de sombra en la cara, en lugar de una mirada clara y abierta.

- Finalmente, es muy posible que los neandertales fuesen bastante pilosos, y (quizá) unicejos terminales, o cíclopes binoculares. 

Cuanto más pienso en esta raza de ogros, me parece que los voy reconociendo desde la noche de los tiempos. Los tenemos muy grabados en el inconsciente colectivo.









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