Muy recomendable, e incluso conmovedora, es la película sobre la vida
de Stephen Hawking, The Theory of
Everything. Los oscars a la mejor actuación están asegurados,
por supuesto el de él, pero ella no se queda atrás. Tratando temas
extremadamente delicados sobre gente que está viva hoy, la película es
una obra de arte a la hora de decir lo justo de manera franca y
elegante a la vez—así que chapeau. Antes yo escribía reseñas sobre las
películas, cuánto más sobre las excelentes. Ya no, y esa fe se perdió
en algún sitio, como la de Hawking. Total, aquí
hay casi 300 reseñas, no voy a decir nada nuevo. Si quieren más Historia(s)
de todo, también me dedico a eso a ratos yo.
Sobre la película sólo quiero anotar un
éxito estético-formal de los que tiene, al relacionar la secuencia
final de
recapitulación o movimiento invertido del tiempo, y las escenas de
enlace con el principio, con las teorías de Hawking sobre la naturaleza
del tiempo. Por supuesto este viaje en el tiempo es retórica y no
ciencia, y en tanto que tal es algo falaz, pero sí es una alusión a una
teoría de Hawking y en tanto que tal contribuye a ligar la forma y el
contenido de la película, motivando temáticamente su estructura
narrativa. Este procedimiento circular
de construcción cinematográfica se presenta como un icono, quizá icono
sea mucho decir, —como una metáfora de la propia teoría cosmológica de
Hawking,
según la cual el tiempo ya no sería algo con principio y final, sino
una especie de esfera paradójica autocontenida en sí misma—que sin duda
en cierto modo lo es, si nuestro universo está tan autocontenido como
parecen indicar los límites de las leyes físicas. De esta cuestión
hablamos en El
principio del tiempo.
Es una bonita analogía, y juega a favor de la película. En última
instancia, parece decir la película, como tantas otras obras de arte,
una vez recorrida la obra o vista la película el tiempo del arte está
disponible en una eternidad, almacenado—y aquí ese almacén de las
eternidades parece corresponderse con la realidad misma, en la que el
tiempo sería una ilusión, y la base última de la teoría del todo sería
atemporal, siendo el tiempo una ilusión. Como nos ha enseñado la
cosmología desde Newton a Einstein, el tiempo sólo existe para los
humanos y otras criaturas físicas, no para el Universo en sí.
Ahora bien, es posible que sea una teoría equivocada, y que el universo
físico no esté más autocontenido de lo que está una película. Se ha
reprochado a Hawking (yo me incluyo entre los reprochadores, en mi
artículo sobre su Historia
del Tiempo)
usar demasiado ligeramente las matemáticas para extraer conclusiones
sobre la naturaleza última de la realidad, que en esos últimos confines
de lo matematizable parece perderse en una nube de mundos posibles o de
matemáticas posibles. Y entre esos mundos posibles parece ir ganando
fuerza últimamente la
noción de un universo evolucionista,
tal como lo propone Lee Smolin. Allí las vidas (humanas o cósmicas) sí
transcurren una vez y no más, y el universo se reproduce para dar
lugar a otros universos, apenas concebibles desde aquí pero sí
deducibles. Es la selección natural, arguye Smolin, aplicada a esta
replicación cósmica, la que ha producido el ajuste fino de constantes
cosmológicas que tanto intriga a Hawking, y que le ha llevado a
postular en otra fantasía matemática de largo alcance una infinidad de universos simultáneos—si es que la noción de simultaneidad tiene aquí
algún sentido, hablando de burbujas temporales incomunicadas e
inconmensurables.
Lo cierto es que más allá de las singularidades que dan
comienzo y fin a nuestro universo, hay muchas cosas que parecen
converger, incluso las teorías aparentemente contradictorias de Hawking
y de Smolin. Y puede que no sea tan descabellado decir que el tiempo a
la vez tiene un principio (como sostenía Hawking inicialmente) y que no
lo tiene (como pasó a sostener a continuación) y que el tiempo es sólo
una burbuja autocontenida en un tiempo más grande, y en un todo más
grande—un tiempo y un todo que no guardan relaciones temporales ni
espaciales con nuestro propio tiempo y espacio.
Sería, o es, una totalidad cósmica que, para mayor paradoja, pasa a ser, de puro grande y remota, una parte marginal y apenas creíble de esta realidad que nos ocupa.
_________
The Theory of Everything. Dir.
James Marsh. Written by Anthony
McCarten, based on the book by Jane (Wilde) Hawking. Cast: Eddie
Redmayne, Felicity Jones, Charlie Cox. UK: Universal, 2014.
Buscando en Google Historia del tiempo Hawking, miren quién sale a pie de página:

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