Estos son según Europa Press los resultados de las elecciones generales de ayer. Lo que opino de los resultados de cada uno:
- El PP obtiene mayoría absoluta, lo que refleja la conciencia general del país de que estamos en una crisis más gorda de lo que se esperaba, y que hace falta un mínimo de racionalidad y de coherencia en la política nacional —un mínimo que sólo podía aglutinarse en torno al PP, visto nuestro sistema electoral. Resultados sorprendentes quizá para un partido que ha procurado ocultar su programa y mantener un perfil lo más bajo y gris posible—pero parece claro que, considerando lo que da de sí el panorama nacional, y a la vista de los resultados, era la estrategia adecuada. Otra cosa es que el programa de Rajoy, "la economía es todo", sea un planteamiento realista o sabio en un país amenazado de secesionismo y de desencanto con el sistema representativo. No lo es—aunque lo primero va a ser intentar salvar los muebles del incendio, luego ya veremos de quién son. Por cierto que el PP contribuyó a inflar la burbuja del endeudamiento, y a engordar la administración, tanto como el PSOE. Pero aquí lo tienen.
- El PSOE obtiene unos excelentes resultados, más de cien diputados, cuando su gestión de gobierno hubiera merecido que se le expulsara del Parlamento. Pero hay mucho voto ovejuno en este país, y mucha gente dependiente de la subvención que sigue en la misma dinámica, a pesar de la deuda, creyendo que podemos pagar las pesetas a duro y que aquí no pasa ná. En el partido lo interpretan esto de los 110 diputados como una galleta cósmica que se han dado—lo cual da la medida de su autocomplacencia y de su confianza en que tienen un suelo de cien diputados que les pertenece por derecho divino y que nadie les va a quitar jamás, ni aunque llamasen tontos a la cara a sus votantes. Y lo peor es que tampoco se equivocan: conociendo al país, saben que sigue habiendo y seguirá habiendo millones de personas dispuestas a comprarles una y otra vez sus mercancías averiadas. Ya tenemos al PSOE listo y haciendo méritos para volver, como la peste negra, en cuanto se queme un poco el PP.
- CiU saca buenos resultados, para ellos digo, y malos para los que estamos hasta las narices de la matraca nacionalista. Ahora, taza y media, y se van a encargar en cuanto puedan de hacerse con un concierto económico como el vasco-navarro. En Cataluña hablan como si fueran de hecho independientes, y en gran medida lo son: sólo les falta contribuir menos a los gastos comunes de España, y eso lo van a lograr manipulando la deuda, que les van a dejar sin duda. O sea: independencia, pero subvencionada, como la de los euskaldunes. Y con la queja eterna pendiente, y tó dios tras la bandera. Un plan cojonudo.
- Izquierda Unida recoge algunos descontentos del PSOE, algún indignado suelto, y obtiene unos pobres resultados—mejores que otras veces, pero es víctima de la ley electoral. Con centenares y centenares de miles de votos más que CiU, tiene cinco diputados menos. En fin, qué decir de éstos de iU, sin C, que son los admiradores de Cuba y nos pondrían a su paso si les dejaran.
- La cuarta fuerza en votos es UPyD, con un 4,69%, pero con sólo cinco diputados. Con un 1,37% de votos, los proetarras de Amaiur sacan 7 diputados. Si esto es democracia, es muy particular—desde luego no es de la de un hombre un voto, está trucada—y vean a favor de quién. Un sistema que mantiene esta ley electoral es estúpido y suicida. Pero a los coleguis de Amaiur los hemos tenido gobernando, que apoyo no les ha faltado desde el PSOE, y trampeando leyes en el Tribunal Constitucional. Con estos mimbres, seguiremos como hemos estado. Ahora, eso sí: nuestra democracia es representativa en el sentido de que la alta proporción de matones y felones que hay en el país se ve bien representada en la Cámara.
- UPyD contaba mucho con crecer en estas elecciones, y lo hace mínimamente, pero a pesar de llevarse mi voto no se lleva ni con mucho un bocado significativo del PSOE. El encefalograma del país es demasiado plano para eso, y los medios de comunicación les han hecho el vacío convenientemente. Si UPyD acaba haciéndose un hueco significativo en la escena política española, no será esta vez, ni la siguiente—esto va a ser un trabajo descorazonador de años, quizá tras un tercer paso por la ruina del PSOE, y cuando a la fuerza ahorquen. Entre tanto, sus propuestas—evitar la disgregación nacionalista de la administración, cambiar la ley electoral, reformar la administración de justicia—van a seguir esperando en el limbo de los deseos, si nos remitimos al historial del PP en estas cuestiones.
- El PNV + addenda tiene menos votos y menos diputados que los etarras. Misión cumplida, dirán los segundos. De los primeros, no sé qué consuelo les vaya a quedar. Han hecho un pan como unas tortas, con sus abogacías por los presos y su inflexible crítica a la "vía policial" para acabar con el crimen. Otro sitio, el País Vasco, donde la gente vota a piñón fijo y con el cerebro desconectado. Es lo que hay: es el país que tenemos, y lo que da de sí aquí la democracia. Ahora que en una cosa están todos los vasquistas de acuerdo: lo mío, mío, y lo tuyo, de los dos. O mío también, qué coño. Hasta el PP vasco participa de esta filosofía de la casa. Y los navarros no querrán ser vascos, pero en este sentido lo son hasta la médula.
- Esquerra republicana continúa explorando el fondo de su barril de votos. Vista en primera persona su gestión, supongo que la mayoría de su personal se ha pasado a los Indignados, y a hacer propuestas soñadoras en la plaza, o a tapar la calle, que ahí se lleva mucho. Pero estarán a una a la hora de hacer más Catalunya, eso sí, y en la oposición, que les va más a su estética. En el parlamento español están sobrerrepresentados.
- Lo mismo el BNG y los nacionalistas canarios. Compárenme sus proporciones de voto, y sus resultados, con los de UPyD. Este país alienta y apoya a todo lo que lo mina y busca destruirlo.
Hemos visto en estas legislaturas de Zapatero cómo se presentaba a la ETA en el parlamento europeo, con el beneplácito del gobierno español, cómo se han trampeado leyes para favorecer a sus presos y para darles cabida a sus representantes, subvenciones y cargos públicos. Es de esperar que Rajoy será menos proactivo en este sentido, pero quien lo haya oído sabrá que no piensa excluir a nadie del juego político—ni a matones, ni a traidores, ni a quienes entienden la ley sólo cuando va a su favor. (Corrección: Sale luego Cospedal, en plan 'poli malo', a aclarar que el PP no negociará nada con Amaiur, aunque sí con todos los demás).
Así nos irá: porque lo primero que se va a encontrar el PP es que los catalanes y vascos van a seguir montando sus Estados paralelos a costa del contribuyente español. Y con estos va a haber tolerancia y buen entendimiento si es posible, mientras siguen cortando amarras y haciendo caja. Con lo cual, quienes han elegido a este árbitro económico en el resto de España habrán hecho un negocio redondo. Y es que en política la economía no es sólo la economía. La economía de un país es ante todo su organización política y legal, y la de España está trampeada y averiada de base.
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Aquí el primer comentario de Federico Jiménez Losantos en EsRadio.
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