jueves, 11 de febrero de 2016

Retropost #633 (29 de noviembre de 2005): Awful Daring



Me llega un libro de regalo, una edición bilingüe de The Waste Land de T. S. Eliot: La tierra baldía, traducción de José Luis Palomares, editado por Viorica Patea (colección Letras Universales, 381; Madrid: Cátedra, 2005). De allí se pueden extraer estos datos:

Datta: what have we given?
My friend, blood shaking my heart
The awful daring of a moment’s surrender
Which an age of prudence can never retract
By this, and this only, we have existed
Which is not to be found in our obituaries
Or in memories draped by the beneficent spider
Or under seals broken by the lean solicitor
In our empty rooms

Vivir es arriesgar. Me llegan anónimos amenazantes, pero... ¿qué se le va a hacer? Cada cual procura darle a su vida la forma que estima más oportuna. Hay quienes nacieron para receptores de anónimos maliciosos, otros (y ésta es mayor desgracia) para ser sus autores.


También hay quienes pasan por el mundo a modo de obituarios vivientes, tan prudentes ellos... y cobardes, también; no hace falta que venga la muerte a archivarlos, ya están suscritos a ella.

Algo de esto sabía Eliot, por cierto. Cuidó mucho su obituario.




—oOo—


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