Comentario puesto en el blog de Victor Gómez Pin que como de costumbre argumenta con argumentos falaces a favor del derecho al suicidio, y critica a nuestras leyes supuestamente teocéntricas que no autorizan el suicidio:
Vd. critica ciertas presuposiciones sobre un dios, etc., que al parecer existen en las leyes. Pero las leyes no buscan su justificación en una ley divina. Simplemente se basan (mientras no se pruebe lo contrario) en la voluntad popular. Por el contrario, el razonamiento de Vd. sí que pretende buscar una base a las leyes en un derecho trascendente y preexistente a la ley, un derecho según el cual los individuos se pertenecen a sí mismos. Esa relación de pertenencia es puramente imaginaria, existente (ya lo vemos) en la mente de Vd. y de los señores que cita, pero me temo que no tiene ningún fundamento jurídico. Los individuos no "se pertenecen" a sí mismos: más bien tienen la obligación legal (no hay otra objetiva) de cumplir las leyes en lo que estas dispongan sobre sus derechos y obligaciones para consigo mismos y para con los demás. La ética de cada cual puede tener fundamentos celestes como la católica o invocar un derecho natural como vd. hace, derecho que cada cual interpretará a su manera. Pero las leyes no se edifican sobre una de esas éticas privadas.
Atención, pregunta: ¿He sostenido aquí que el suicidio debería estar, o seguir, prohibido?
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