martes, 2 de enero de 2018
Retropost #1936 (2 de enero de 2008): Libros conectores
IVO- Papá, te vamos a contar cómo Álvaro se teletransportó a J'nanin.
OTAS- Lo hizo con un libro. Mira, aquí tienes la foto. En ese icono.
YO- ¿Y Álvaro está allí dentro ahora? ¿Dentro del ordenador?
IVO- Sí. En un mundo que se llama J'nanin. Ves, mira. Si abres aquí, lo verás. Está teletransportándose.
OTAS- Con el libro conector.
YO- ¿Y esa mano era de Álvaro?
OTAS- Sí.
YO- ¿No está hecha con diseño gráfico?
IVO- No. Ves, su camisa, su jersey.
YO- Pero.. bueno, ¿tú crees que volverá de ese mundo?
IVO- ¡Papá...! que ya ha vuelto. Sólo estuvo dos minutos.
OTAS- Siempre vuelve.
(Me llama la atención en Myst la tecnología gráfica de la inmersión en los libros y el paso de páginas. En Myst se pasa de unas "eras" o mundos a otros a través de la inmersión en un libro, un poco como en La Historia Interminable. Este tipo de presentación gráfica del libro en pantalla luego ha pasado a algunos e-books auténticos, para dar más sensación de manejo de libro. Pero la idea intermedial de integrar libro e imagen viene de más lejos... aparece en muchas películas antiguas basadas en algún libro, para simbolizar el proceso de adaptación. Dos ejemplos clásicos son en películas para niños el principio de El Libro de la Selva y del primer Winnie the Pooh. En Harry Potter sorprenden ya menos los periódicos con imágenes móviles, cuando ya partimos de una cultura multimedia donde la imagen y el texto se han superpuesto de maneras imprevisibles. Aún recuerdo la extraña sensación de ver por primera vez un vídeo integrado en una página web...).
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