Artur Mas es un gobernante inepto y delincuente, culpable de desestabilizar al país en un momento delicadísimo de su situación económica y de relaciones internacionales. Se pregunta uno por qué cuando alguien aparca el coche en un lugar prohibido no pasan cinco minutos sin que te llegue la multa, y en cambio ante el flagrante delito de perjurio, traición, desvío de poder y prevaricación del presidente catalán, las autoridades no están tomando ninguna medida para inhabilitarlo y castigarlo de modo absolutamente ejemplar.
Esto da la medida del país en que vivimos. Pero no se le puede dar leña al mono indefinidamente, porque al final acaban sucediendo cosas. Aquí hay un artículo de "Voto en blanco" alertando del peligro de que la deriva secesionista de Mas provoque una ola de anticatalanismo que hundiría la economía de Cataluña, antes que nada.
Miren también en la columna de la derecha de ese blog las cifras de la deuda externa de España. El contador sube hacia arriba, pero el tiempo que tenemos para enfrentarnos al problema va en cuenta atrás. Y una de las cosas que hay que hacer urgentemente es enderezar la economía de las autonomías y estas derivas secesionistas. Quien tiene responsabilidad de hacerlo, ante avisos clamorosos, y no lo hace, también es un gobernante inepto y delincuente.
Lo decía Oscar Wilde: "Hay algo más injusto que la injusticia—la justicia sin su espada".
_______
Y aquí para terminar de completar el panorama, un editorial de César
Vidal sobre el
problema del paro en España.
—oOo—
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se aceptan opiniones alternativas, e incluso coincidentes: