Dimite Jordan Peterson de la Universidad de Toronto:
Alandete, David. "Jordan Peterson denuncia los estragos de la corrección política y abandona la Universidad de Toronto." ABC 29 Jan. 2022.*
2022
Por suerte, sigo yo dando la vara en la Universidad de Zaragoza:
Aparte de lo que diga Academia, con Jordan Peterson sí puedo compararme en algunas cosas —e incluso superarle. Me refiero a que mis campañas en redes sociales contra la corrección política imperante y asfixiante en nuestra universidad pesoeta no tienen ni medio apoyo, ni un seguidor, ni tan siquiera un me gusta.
Al parecer soy el único profesor de esta universidad que se revuelve, o protesta, o disiente, cuando nos imponen a todos una mascarilla como si fuésemos afganas, bajo pena de montarte un expediente administrativo y suspenderte de empleo y sueldo durante años. Eso según el escrito-amenaza que me dirigió el rector Mayoral, tan correcto él.
Soy, y es triste decirlo, el único profesor de esta universidad, qué digo, el único miembro de la comunidad universitaria que denuncia el despotismo visible de plantarnos la mascarilla en la cara con un protocolo administrativo digno del peor talibanismo sanitario.
Y permítanme subrayar que al menos a ciertos efectos no soy un mindundi, o un pirado solitario, sino que soy el profesor más leído de esta Universidad de Zaragoza, una semana sí y otra también, desde hace años. Eso según ResearchGate, que es quien se dedica a computar estas cosas.
No pido que me den una medalla por eso. CON QUE ME DEJEN RESPIRAR ME CONFORMO. De momento no dimito, tampoco.
Aunque ganas me dan, sí, de dimitir del mundo, viendo cómo es el personal, cómo se someten sin chistar, sin soñar siquiera con chistar, ante el despótico talibanismo sanitario que les tapa la boca si no se la hubieran tapado ellos antes. Ni siquiera viendo a las claras las maneras infectas en que se impone la mascarilla obligatoria—en el caso de España ahora, uniéndola en un mismo decretazo con la subida de las pensiones. NI POR UN MÍNIMO PRURITO DE DIGNIDAD piensa nadie en protestar, o rechazar esta imposición despótica y repugnante. Dignidad, qué cosas digo. La corrección política no admite semejantes posicionamientos, y aquí son todos por lo visto muy políticamente correctos.
Así que recuerden sobre todo que el rarito soy yo, no los que nos obligan a ir con la boca tapada por Protocolo y seguidismo.
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