Quien asciende a un puesto de responsabilidad (en un país corrupto como España) es porque existe la garantía de que se ha vendido al poder y a la traición, y que va a aplicar su supuesto criterio experto para pervertir la justicia y la verdad.
Esto se aplica por supuesto también a ministros, ministrillos y asesores, y también a todos los magistrados de campanillas y medallones del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional. Por ejemplo los que han puesto en un cajón el recurso contra la ley sobre el aborto, pronto va para diez años.
Farsantes. Traidores. Estafadores.
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